Dice Álvaro Uribe que su vida ha sido «un largo combate político» marcado por la «controversia». Dice bien. A las puertas del Ateneo Mercantil de València, donde el expresidente de Colombia impartió ayer una conferencia invitado por la Universidad Católica, se concentró casi un centenar de personas vigiladas por una decena de vehículos policiales y agentes en cada esquina. Los manifestantes le gritan «fascista», «enemigo de la paz», «corrupto» o «terrorista». Le pitan y le exhiben pancartas: «Uribe genocida». Dentro de la sala, blindada de vigilancia privada y férreos controles, el expresidente de Colombia, que se opuso al reciente proceso de paz frustrado en Colombia tras la victoria del «no» en un referéndum, instó ayer a no claudicar ante el terrorismo con acuerdos que impliquen una derrota moral. «No puede haber paz sin justicia», dijo. «Se puede perdonar. Pero perdonar es imposible sin un mínimo de justicia».

En una conferencia titulada «Liderazgo y transparencia», Uribe invocó tres rasgos que ha de tener todo líder: «Competencia, honestidad y energía». Congruencia, dijo, para hacer lo que él lleva a cabo. «Tengo el mismo discurso donde me aplauden que donde me critican, me fustigan o me insultan», destacó. También quiso arremeter contra el auge de los populismos y la actitud que han de mantener los líderes políticos. «Hay que tener mucho coraje para enfrentarse a los populismos», dijo. Hay que ser «corajudo», añadió, para «saberse enfrentar a las olas prevalentes».

Encuentro con Cañizares

A Uribe lo presentó Jaime Mayor Oreja en la inauguración de la cátedra Tomás Moro de la Universidad Católica, que él mismo dirige. En su discurso cargó contra la «dictadura del relativismo moral» que se expande con la globalización y reivindicó la necesidad de «atreverse a decir ´no´ a una moda dominante, como los mal llamados procesos de paz».

Antes, el cardenal de València, Antonio Cañizares, pronunció unas breves palabras, pero sin mencionar a Uribe. El papa Francisco apoyó el proceso de paz en Colombia, en contra de la postura de Uribe, y no quiso contradecir al pontífice. Tras mantener una audiencia con Uribe, Cañizares afirmó: «Es necesario promover encuentros para reflexionar sobre las discordias con el fin de encontrar caminos posibles para un compromiso común de justicia, concordia y paz».

Compromís e Intersindical pidieron ayer explicaciones a la Católica por invitar a Álvaro Uribe.