Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Conmemoración

310 años desde que el mal llegó de Almansa

Lo que los políticos valencianos saben del decreto de Nueva Planta y de sus consecuencias sobre el derecho y la vida diaria

310 años desde que el mal llegó de Almansa

Los turistas que visitan Xàtiva se guarecen como pueden de los cerca de 40 grados que se respiran en la capital de la Costera estos días. Muchos terminan en el Museu de Belles Arts, acompañando con movimientos extraños de cuello la contemplación del cuadro de Felipe V cabeza abajo, el monarca que terminó representado de tal guisa después de incendiar la ciudad y firmar, tal día como hoy hace 310 años, el decreto de Nueva Planta.

Decía Joan Francesc Mira que «una batalla, una paz, un triunfo o una derrota llegan a ser, en la vida de los pueblos, tan importantes como los aniversarios que llenan la vida y la memoria de cada persona». Tres siglos y una década después, los que tratan con decretos diariamente se ponen a «examen». ¿Qué representó aquel documento? ¿Qué consecuencias se derivaron de él y cuáles se pueden palpar a día de hoy? ¿Qué saben los líderes políticos valencianos de este acontecimiento histórico?

«Perdimos nuestras tradiciones y el derecho foral. Españolizaron nuestras costumbres», resume Manolo Mata, síndic del PSPV en las Corts. «Nos ganaron, militar y civilmente. En el aspecto geopolítico y de convivencia de las dos Españas era dificilísimo.

Castilla era más fuerte, como se vio en la batalla de Almansa», explica Mata, quien cree que tras esa pérdida han venido «300 años de vacío y lo que hay que hacer es empezar de nuevo. Reivindicar el derecho civil valenciano», defiende el portavoz parlamentario socialista. «Hay asuntos que quedarían fuera, como las hipotecas o la nacionalidad, pero los derechos de convivencia, de las parejas de hecho... sería posible», añade.

Isabel Bonig, síndica del PP, explica que con el decreto de Nueva Planta, tras la Guerra de Sucesión, «perdieron sus fueros los territorios que apoyaron al Archiduque Carlos. Pero todos (Cataluña, Aragón, Baleares…) los recuperaron, menos nosotros, a pesar de que el rey Felipe V aseguró verbalmente, varias veces, que los iba a devolver».

Para la portavoz, una de las consecuencias es que se «está viendo vaciado de contenido el Estatut, que declara claramente la competencia civil». Ante esta situación, Bonig argumenta que el PPCV «está liderando este asunto, no contra el Estado como hacen los nacionalistas, sino con el Estado».

«Afectó a la autoestima»

Uno de los que mejor se sabe este episodio histórico es, precisamente, el síndic de la coalición valencianista. Fran Ferri (Compromís) detalla que el decreto supuso «una nueva legalidad. Se abolió el autogobierno. Afectó a los impuestos, se empezó a pagar el diezmo», narra.

Con la Constitución, «estos derechos no se recuperaron porque no se habían reconocido todavía en el momento en que irrumpió la dictadura», detalla el síndic. «Leyes como la de custodia compartida, la separación de bienes o las parejas de hecho se han visto afectadas por este hecho», lamenta Ferri.

Y haciendo gala de sus dotes docentes, Antonio Montiel expone con detalle que la pérdida de los furs «supuso el cambio de tradición de monarquía compuesta a una lógica castellana con un concepto de estado más centralista y absolutista. El decreto fue fruto de una lucha dinástica, pero al final sufrieron las consecuencias los valencianos. Fue un golpe colectivo que tuvo un impacto cultural a largo plazo».

Según el síndic de Podemos, los efectos se hicieron notar también en la economía. «Asumimos la estructura administrativa y no tuvimos una revolución liberal en sentido estricto. Nos dejó la idea colectiva de rendir tributo a Madrid y afectó a nuestra estima», concluye el portavoz.

Para Mari Carmen Sánchez, síndica de Ciudadanos, «supuso la pérdida de nuestras leyes, tradiciones, nuestra lengua. A día de hoy estamos pagando las consecuencias. Afortunadamente, hemos recuperado tradiciones y lengua, pero tenemos un problema con el derecho foral. Fue un momento triste que nos ha dejado en una situación delicada».

Compartir el artículo

stats