Temperaturas más elevadas y lluvias en el Ártico. Dos ejemplos de que el cambio climático ya está aquí y es necesario actuar para frenarlo, como defendieron ayer los alcaldes de València, Castelló y Benidorm, Joan Ribó, Amparo Marco y Toni Pérez, respectivamente.

Los tres ediles se dieron cita en la Fundación Bancaja durante el ciclo sobre «Políticas municipales contra el cambio climático», organizado por Levante-EMV y patrocinado por FCC Medio Ambiente.

El encuentro, moderado por el director del periódico, Julio Monreal, sirvió para poner encima de la mesa las medidas que se están llevando a cabo desde el ámbito municipal respecto a la lucha contra el calentamiento global. También se convirtió en una oportunidad para que empresarios, vecinos y activistas preguntaran a los ediles por los términos en los que se desarrollan sus políticas medioambientales (incluso una de las intervenciones del público fue un poco más allá y calificó con «un cero» a las administraciones por las mismas).

Entre los asistentes, además de la consellera del ramo, Elena Cebrián, se encontraban también concejales del Ayuntamiento de València, como Maria Àngels Ramon Llin o Pilar Soriano, empresarios como Enrique Gimeno, presidente de Facsa, el arquitecto José María Tomás, el alcalde de Aras de los Olmos, Rafael Giménez, o el presidente de la Unión de Consumidores, Vicente Inglada.

Los ediles referenciaron durante su turno de palabra las diferentes iniciativas locales que están impulsando desde sus municipios. Así, Ribó, quien intervino en primer lugar, construyó su discurso en torno a las ideas de reducir las emisiones de CO2 a través del fomento del peatón y de la bicicleta.

Para ello, explicó, es necesario ampliar aceras y extender el carril bici. «Hay que hacer ciudades donde los niños puedan ir andando a sus colegios. También es vital el uso de la bicicleta. València es una ciudad donde la ´montaña´ más alta son algunos puentes, que como mucho levantan cuatro o cinco metros», defendió el alcalde del cap i casal.

Compost para jardines públicos

También la alcaldesa de Castelló habló de la conexión y creación de más carriles para bicis, así como de otras iniciativas encaminadas a la creación de compost a partir de los desechos orgánicos de la población. «Con el compost elaboramos los abonos para los parques y jardines municipales, por ejemplo», explicó Marco.

La socialista sacó pecho de la flota de vehículos híbridos o eléctricos del ayuntamiento. «Las brigadas municipales se desplazan en estos coches», apuntó. Buena nota de esta y otras ideas tomaban los alcaldes durante las intervenciones de sus compañeros de mesa.

El alcalde de València dijo que estudiará implantar una flota híbrida también en los vehículos municipales de la ciudad. «Lo estamos haciendo con los autobuses», señaló, al tiempo que destacó que el consistorio ha «bajado al máximo los impuestos para este tipo de vehículos, pero es una competencia estatal».

La edil castellonense mencionó además el urbanismo como uno de los ejes sobre los que desarrollar políticas medioambientalmente respetuosas. Apostó por «consolidar zonas urbanas degradadas»y no crecer «presionando al territorio». Abogó además por preservar las zonas naturales, al tiempo que instó a fomentar la movilidad y el turismo sostenible. «Parece increíble, pero una ciudad como Castelló no tenía hasta ahora plan estratégico de turismo», lamentó.

Por su parte, el alcalde de Benidorm, habló de las ciudades «compactas» en contraposición con las «dispersas». «Compactas sí, pero tampoco hace falta edificios de 40 plantas», repuso Ribó. Pérez (PP) defendió que en su municipio «no es necesario fomentar el transporte público porque todos vivimos a menos de 500 metros del mar. El 70 % de los desplazamientos en Benidorm se hacen a pie». Con todo, añadió, la localidad «cuenta también con un servicio público de alquiler de bicicletas» y hay «aparcamientos disuasorios» para evitar el uso excesivo de los vehículos a motor.

Otro de los asuntos que trató el edil alicantino fue la red de saneamiento y de agua. «Tiene un rendimiento del 95 % . Con la tecnología y la innovación hemos conseguido un ahorro de 3 hectómetros de agua. Eso equivale al agua que utilizan 50.000 habitantes en un año», expuso Pérez.

Los tres alcaldes destacaron los huertos urbanos, mientras que en el turno de preguntas, los asistentes se preocuparon por el rol que deben desempeñar las empresas para mitigar el cambio climático. También quisieron saber si hay mediciones sobre el impacto que producen estas medidas, como la del anillo ciclista. «Todavía no», respondió Ribó.