El incendio declarado en la Calderona sigue sin estar controlado. El diputado de bomberos de la diputación de Castelló, ha afirmdo en el último balance que el incendio está "estabilizado" y que quedan zonas calientes que por la noche se refrescarán. Ha subrayado que el fuego ya está perimetrado.

Según las últimas informaciones oficiales, todas las hipótesis están abiertas y los focos principales permanecen en Segorbe, Soneja y Altura. El 80 % de la superficie quemada pertenece a término segorbino. Más de 30 aeronaves se encuentran ahora mismo trabajando en la zona después de una intensa noche en la que se ha trabajado en los puntos más delicados. Pese a la proximidad de las llamas a la carretera A-23, de momento no se plantea que se cierre al tráfico.

El siniestro, que ha consumido ya más de 1.000 hectáreas según la última actualización hecha esta mañana por el Centro de Coordinación de Emergencias, ha obligado a desalojar varias granjas, una masía y una fábrica de palets.

La extinción del incendio a primera hora de la tarde evoluciona favorablemente, aunque todavia está activo, según el Consorcio de Bomberos de Castellón. Además se espera que está tarde el viento de levante ayude gracias a la humedad que aporta.

Desde las 6.50 horas de hoy se han incorporado a las tareas de extinción las aeronaves. Desde esta mañana 482 efectivos en tierra, 67 vehículos y las aeronaves antes mencionadas luchan contra el fuego en la zona. Durante toda la noche, los trabajos han estado condicionados por el cambiante viento de poniente, si bien no se han producido incidencias destacadas.

El director general de la Agencia de Seguridad, Josep María Àngel, ha manifestado que "dado las condiciones meteorológicas que son mejor que ayer se espera que, a última hora, podamos dar buenas noticias. El viento es el que manda". De hecho, la sede de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunitat Valenciana (Aemet) ha anunciado poco después de las 11.00 horas que el viento de poniente ha aflojado su intensidad en la zona del incendio, lo que, de continuar así, facilitaría las labores de extinción, sobre todo porque también están entrando vientos con mayor carga de humedad. Lo difícil es luchar contra esos cambios en la dirección del viento.

El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, se ha trasladado al centro de mando donde ha asegurado que la situación todavía es "muy complicada" y que el cambio de viento y la orografía hacen muy difícil la estabilización del incendio. Según ha explicado, se ha tenido que cambiar de estrategia en varias ocasiones por las condiciones del viento. No obstante, Puig ha dicho que, de momento, no hay peligro de desalojar a ningún pueblo.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, ha comentado que "ayer fue un día muy complicado para actuar porque había vientos cambiantes que complicaron las tareas de extinción. Esta mañana se confía en poder trabajar pasa asegurar la estabilidad en la cola de la CV-25, porque está previsto que por la tarde cambie el viento, para que no se reavive".

Aunque a primera hora de la mañana de ayer daba la sensación de ser un incendio prácticamente estabilizado, a última hora de la tarde de ayer mostraba su peor cara. Así las cosas, la situación era bien distinta y el fuego avanzaba hacia Soneja y causaba gran nerviosismo entre los vecinos que visualizaban las llamas a escasos metros de su pueblo y de la A-23.

El calor, la escasa humedad -apenas un 20%- y el viento que cambiaba de dirección erráticamente, con rachas de hasta 40 kilómetros por hora cuando lo hacía de poniente, hizo extremadamente difícil el trabajo de los más de 300 efectivos y unos 25 medios aéreos de distintas comunidades que se desplegaron para luchar contra el fuego. La CV-25 fue rebasada en varios lugares por las llamas y anoche permanecía cortada.

Sobre las ocho de la tarde, uno de los dos focos, el de la partida Cabrera avanzaba sin control hacia Soneja. Varios trabajadores de una fábrica de fibras de coco, los empleados de los Viveros del Mas de Valero y los propietarios de varias granjas de pollos y una de conejos fueron desalojados por prevención sobre las 16.00 horas.

Anoche, el fuego estaba en la zona de los Altos de Perita, totalmente descontrolado, en el término municipal de Segorbe. En la zona hay unos 15 chalés diseminados que habían sido desalojado por precaución.

Sin embargo, el diputado Luis Rubio, así como el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Angel, se mostraban esperanzados en que el viento jugase a su favor en este frente.

Así las cosas, explicaron, las dos horas siguientes «serán definitivas para controlar el incendio o que se complique».

Angel Batalla destacó que «el primer objetivo era salvar personas y bienes y luego la gran responsabilidad de salvar el gran parque natural de la Calderona y eso están haciendo todos los medios y efectivos que están luchando contra el inconveniente mayor que puede tener el fuego que es el viento».

En cuanto a las causas, Ángel no quiso pronunciarse y dejaba las respuestas en manos de los investigadores.

Por el contrario, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, apuntaba como causa más probable de la ignición un rayo latente de una tormenta seca que hubo en la zona días antes. Aún así Moragues se mostró partidario de «no descartar ninguna hipótesis».

Desde el Puesto de Mando Avanzado el director del dispositivo de extinción, Fernando Kindelán, aseguraba que pese al efectivo trabajo combinado de medios terrestres y aéreos, «nos enfrentamos a una masa muy espesa», formada especialmente por matorral y pinar lo que dificultó los trabajos durante la jornada de ayer, reavivando puntos calientes debido a la variación e intensidad del viento.

Asimismo, lo escarpado del terreno y la falta de accesos al lugar en el que se encontraban las llamas estaría dificultando también la extinción.

Por momentos, la columna de humo en forma de pirocúmulo tomaba el aspecto de una nube de tormenta con corrientes de aire que autoalimentaban las llamas y que era visible a más de 50 kilómetros de distancia. A media tarde, las cenizas llegaban a las calles de Almenara.

Temor en Soneja

Por su parte, los vecinos de Soneja mostraban su temor de que volviera a pasar lo que vivieron años atrás ya que desde la carretera del pueblo el fuego se veía muy cercano.

Además, se trata de una zona muy castigada por los incendios, donde existe «memoria» de desastres anteriores.

Hace dos años se produjo un incendio en la misma zona y en 2012 el siniestro forestal de la vecina Andilla obligó a desalojar esta población, de algo más de 400 habitantes. Parte del área arrasada por las llamas fue afectada por los grandes incendios de 1994 y que se caracteriza por acumular una tupida vegetación compuesta por millones de pinos, sin apenas desarrollo, surgidos de la regeneración natural post-incendio en los que no se ha intervenido jamás.

Más de 300 efectivos permanecían anoche haciendo frente a las llamas a la espera de que con las primeras luces del alba se incorporen los medios aéreos.

Más alertas

Por otra parte, un incendio forestal declarado en las inmediaciones de una urbanización de Real de Gandia obligó a enviar medios aéreos, bomberos y brigadas para evitar que afectara a las viviendas. Finalmente las llamas consumieron algo más de una hectárea antes de ser estabilizadas.

Otro incendio, en Aielo de Rugat, en la comarca de la Vall d'Albaida afectó a una zona cercana a varias viviendas junto a la carretera CV-619 antes de ser controlado por los bomberos con el apoyo de 4 aeronaves.