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Ley de Memoria Democrática

La exhumación del olvido

El mapa de fosas comunes de la guerra y la posguerra localiza 299 en 113 municipios valencianos - La mitad nunca han sido intervenidas y un 27 % han sufrido traslados de restos al Valle de los Caídos

La hora ha llegado. Las fosas comunes de la Guerra Civil y la posguerra, ese gran vivero mudo y llorado de la represión, ese trauma histórico con tentáculos en arrugados lagrimales del presente, encara el horizonte de su próxima apertura colectiva. Será el momento de la exhumación e identificación de los restos de esas víctimas que siguen esperando verdad, justicia y reparación, en palabras de las asociaciones memorialistas. La Ley de Memoria Democrática ha superado esta semana en las Corts la enmienda a la totalidad del PP y a finales de año será aprobada. En uno de sus anexos figura el mapa con todas las fosas comunes conocidas de la Comunitat Valenciana. Y se incluye una información desconocida: de las 299 fosas señaladas e investigadas por expertos y asociaciones recuperadoras de la memoria, el 50 % de ellas no han sido nunca intervenidas y el 27 % han sufrido traslados (parciales o totales) de los restos que contenían.

Según la información recogida en este adjunto de la ley, hay 150 fosas comunes que no han sido intervenidas; 27 que permanecen como desconocidas en su lugar exacto; 31 que han sufrido una intervención parcial a lo largo de su historia; 80 cuyo interior ha sido trasladado (la inmensa mayoría al Valle de los Caídos a finales de los años 50); y, por último, hay ocho fosas que han sido intervenidas positivamente y otras tres que han sufrido una intervención con resultado negativo.

La ley prevé la intervención en todas estas 299 fosas, desperdigadas en 113 municipios (una de cada cinco poblaciones de la Comunitat Valenciana). Sin embargo, antes habrá que hacer un estudio definitivo sobre la localización de las fosas de la guerra y el franquismo, que ya es seguro que superará los resultados de este mapa. Según datos de los grupos recuperadores de la memoria, por la información recopilada en el último año (y excluida del balance que aparece en la ley) hay medio centenar de fosas más. La cifra total de fosas comunes valencianas, por tanto, no bajará de las 350. La mayoría están en cementerios.

Las raíces del proceso

Aparte de las fosas que abrió el franquismo y de las recuperaciones de restos que la Iglesia realizó con algunos de sus mártires, la exhumación moderna en tierras valencianas arranca de manera muy tímida y rudimentaria en los primeros años de la transición democrática, cuando algunas familias (con el apoyo más o menos tácito y cómplice de los ayuntamientos democráticos) desenterraron a sus familiares de lugares indignos (fuera de los camposantos) y les dieron sepultura, pero sin separar restos ni hacer análisis científicos de ningún tipo.

En la etapa más reciente, el Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica señala diciembre de 2005 como el año de la primera exhumación: fue la del anarquista Basiliso Patrocinio Serrano Valero, conocido como el Manco de la Pesquera. Desde entonces, este grupo ha logrado pilotar quince exhumaciones en toda la Comunitat Valenciana, con la recuperación de restos correspondientes a medio centenar de personas. Medio centenar de familias que han podido ver satisfecha una necesidad por la que tantas otras pelearon sin nunca conseguirlo. Han sido goteos, de una forma lenta y muy combativa en la mayoría de casos. Ahora sienten que todo puede cambiar. La diputación ya ha pagado dos exhumaciones. La Generalitat quiere financiarlas todas a partir de 2018: lo prevé hacer durante doce años y con 9,5 millones de euros.

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