Entra en uno de los despachos con los que la candidatura cuenta en la sede del PSPV con paso decidido y un vaso de agua en la mano. Acaba de presentar su modelo de partido: autónomo, con voz propia, que no sea réplica del Pacte del Botànic, que no concurra en pactos preelectorales...
P ¿Y una Entesa al Senado con Podemos y Compromís sería posible en ese modelo?
R No. El lugar de discusión de algo así es el PSOE y no el PSPV. Se pone como ejemplo el PSC, pero no es lo mismo, es otro partido.
P ¿Eso encaja con la propuesta de un partido más autónomo?
R No tiene nada que ver la autonomía. Autónomo sí, pero para que las decisiones no las tomen cuatro, sino la militancia en consonancia con las resoluciones que hemos aportado todos en un congreso federal.
P Ha incidido mucho en su campaña en esa idea de los cuatro que deciden. ¿Quiénes son?
R No hace falta profundizar en los nombres, pero es evidente que la organización ha sido inoperante y que las estructuras provinciales no tienen competencias para decidir, algunas comarcales llevan años con gestoras y las locales no las dinamizamos.
P ¿A una semana de primarias, está satisfecho?
R Sí, las cosas van bien. Hay opciones de que el partido cambie, porque o somos capaces de hacerlo en los dos años que nos quedan o es difícil afrontar unas elecciones, aunque estés en la institución, con un partido tan debilitado. Estoy viendo ilusión y ganas de que la corriente del congreso federal se traslade aquí.
P ¿El partido está tan mal cuando ha ganado la presidencia de la Generalitat después de 20 años?
R Con los peores resultados de la historia de la democracia...
P El contexto de cinco partidos también era diferente, ¿no?
R Sí, era otro. Eso nos ha permitido que, dada la situación del PP también, se pudiera configurar una opción de gobierno, pero el partido está mal. Ha de tener voz política, la necesita, porque aquí solo hay una voz, la institucional.
P Se refiere a la famosa bicefalia...
R Se habla mucho de la bicefalia y no existe. Bicefalia sería si pasase como en Compromís, que hay cuatro portavoces. Aquí hablamos solo de una dirección dentro de la organización; yo no me presento a presidente de la Generalitat.
P ¿No se ve entonces de candidato a la Generalitat?
R Ni siquiera me lo he planteado. Para las próximas ha de decidir Ximo Puig. Yo centro el discurso en la organización política, que es lo que nos va a aportar el músculo para afrontar unas elecciones. No podemos pensar que tener la Generalitat es suficiente para ganar.
P Dice que hay que cambiar para no ser superados por fuerzas de la izquierda. ¿La amenaza es tan real?
R Tan real como que nos separan 50.000 votos en la Comunitat Valenciana de Compromís. Y ni hablo de la ciudad de València, donde hemos dejado de ser la fuerza de referencia de la izquierda. Si se están haciendo buenas políticas desde el Consell, ¿qué falta? La organización política.
P ¿Es usted el candidato de José Luis Ábalos y Pedro Sánchez?
R Me lo han dicho muchas veces. Al final digo que si en mí se ve el impulso que Pedro Sánchez ha dado al partido, la ilusión que ha generado y esa corriente de cambio, sin lugar a dudas que sí.
P ¿Qué cambios planea en la ejecutiva, si ganara?
R Ha de ser una ejecutiva de gente capacitada y no de amigos.
P Si gana, ¿integraría a Puig y gente de su candidatura?
R No es una cuestión de integración. Cuando llegue el congreso habrá que ver a las mejores personas, sin mirar si han estado apoyando un proyecto u otro.
P ¿Le ha sorprendido el resultado de los avales? Si no hay avales trampa, necesitará el apoyo de tres de cada cuatro de los que no han avalado para ganar.
R Ni me ha sorprendido ni me ha dejado de sorprender. Los avales no son una traslación clara de lo que van a ser los votos. El secretario general tiene a más del 50 % que no le ha avalado.
P ¿Hay posibilidad de un acuerdo de última hora? ¿Cree que sería necesario?
R Me parece implanteable, porque son modelos de partido completamente diferentes. No se trata de pintar la casa y ya está, sino de hacer una estructura nueva y sólida. No he venido para ser diputado, sino porque es necesaria una transformación del partido.
P Le acusan de debilitar la presidencia de la Generalitat con su alternativa. Defiéndase.
R Lo no razonable hubiera sido no presentar una alternativa en la situación en que se está. Lamento las fechas y el poco tiempo para que la militancia me conozca.
P ¿Cuándo habló por última vez con Ximo Puig?
R Fue por compromisos en Burjassot. Hará año y pico. Nos hemos visto en foros, pero reunirnos, no.
P ¿Y es normal?
R No es normal que un secretario general no recorra las agrupaciones. Ni bueno. Por eso hay que separar el cargo de la Generalitat. No hay que desplazarse porque hay primarias, sino porque de verdad nos creemos la organización.
P ¿Haría alguna crítica a las políticas del Consell?
R Dada la coyuntura, yo aprobaría la labor. Pero no por eso el partido no ha de tener voz política, porque no llevamos todas las áreas del Consell.
P Esa voz podría suponer problemas para la estabilidad del Pacte del Botànic, ¿no cree?
R Yo ya lo veo de alguna manera amortizado. En unos meses nos podemos en modo campaña. Si hay un segundo pacto me parecerá bien siempre que sea refrendado por la militancia.
P Puig ha pedido perdón por los hechos que acabaron con la caída de Sánchez. ¿Le vale?
R No. No es razonable un perdón para olvidar todo lo que ha pasado: se ha derrocado a un secretario general y se ha permitido gobernar al PP. Y lo peor es que ni siquiera se han dado explicaciones a los militantes. Pedir disculpas está bien, pero ¿no se asume una responsabilidad?
