El Tribunal Supremo ha vuelto a ser contundente con los dos guardias civiles de Tavernes Blanques arrestados en 2008 por narcotráfico en la llamada «Operación Gorrión»

Por el mismo delito condena también al cabecilla de la trama de tráfico de drogas a gran escala, el valenciano Fernando M. S., pero quien por contra es absuelto del delito de obstrucción a la Justicia. La Sección Tercera de la Audiencia de València le había considerado autor de una paliza a un coprocesado para que modificara su declaración. Esta es la segunda vez que el TS castiga duramente a los miembros de la organización que introducía cocaína por el Puerto de València, después de que en 2015 validara las escuchas por las que inicialmente habían sido absueltos todos los procesados.

En 2014 la Sección tercera de la Audiencia de València absolvió a todos los acusados alegando que el primer auto dictado por el juez de Instrucción número 14 de Valencia estaba poco motivado, por lo que invalidaba todas las pruebas recogidas a partir de él en las escuchas telefónicas.

Validó las escuchas

No obstante, el Ministerio Fiscal recurrió y el TS argumentó que las citadas intervenciones telefónicas estaban perfectamente motivadas y fundamentadas, instando a la Audiencia Provincial ha dictar una nueva sentencia.

En el nuevo fallo el cabecilla era condenado a 17 años de cárcel por los delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas, mientras que los dos guardias civiles, Carlos P. M. y Rafael S. C., eran condenados a 14 y 12 años, respectivamente. A estas penas deberán sumar ahora los cuatro años de cárcel por el delito de cohecho y su inhabilitación durante un plazo de nueve años y medio.

De los recurrentes el único que ha quedado absuelto del delito contra la salud pública es S.O.R. y a Rubén G. V. se le ha estimado parcialmente su recurso absolviéndole de los delitos de obstrucción a la Justicia y tráfico de drogas. En el resto de implicados las penas siguen siendo las mismas. Entre ellos figura un policía local de Pedralba, Luis Aquilino L. G., condenado a siete años de cárcel.