La Fiscalía Anticorrupción relata que Rafael Blasco y Augusto Tauroni eran «amigos personales» desde que el empresario fuera «socio de Bernardo Blasco Castany en la mercantil Grupo Alpecine SL, desde el 21 de marzo de 1997». La amistad fue consolidándose con los años gracias a las adjudicaciones del conseller a su empresario de cabecera por todas las consellerias que dirigió. Tauroni recibió «desde el año 2001 a través de la mercantil GCS SL o a través de subcontratas con las mercantiles Dinamiz-e SL y Lonerson, contratos públicos de las conselleries de Bienestar Social, Territorio y Sanidad». Una amistad que derivó en un «concierto de voluntades» para adjudicar subvenciones a la Fundación Hemisferio (creada por Tauroni) o las ONG que controlaba.