«Estamos formando más médicos de los que el sistema necesita». Así de tajante se muestra el decano de la Facultat de Medicina de la Universitat de València (UV), Federico Pallardó, ante la pregunta de si considera oportuno ampliar las plazas de este grado universitario debido a que en los últimos tres años la demanda de esta titulación de seis cursos ha sextuplicado la oferta de 530 puestos que hacen las tres universidades públicas de la Comunitat Valenciana que imparten esta carrera. Son, además de la UV, la Jaume I (UJI) de Castelló y la Miguel Hernández (UMH) de Elx.

«Las 43 facultades de Medicina públicas y privadas de España egresamos anualmente 7.000 universitarios, por lo que no hay plazas de Medico Interno Residente (MIR) para todos», alerta Pallardó. La última convocatoria de MIR, la de este curso 2016-17, ha contado con un total de 13.439 aspirantes para las 6.328 plazas ofertadas de formación sanitaria especializada, lo que se traduce en un ratio de 2,12 candidatos por cada una de las vacantes, la tasa más alta en cuatro años.

«Sin el MIR no puedes completar tu formación como médico, ya que no puedes especializarte», dice Pallardó. En España no se puede ejercer como facultativo en el sistema público desde 1996 si no se ha cursado el MIR, salvo casos excepcionales de sustituciones en verano por falta de médicos. Así, la única opción que les queda a los que no logran una plaza MIR es trabajar en la privada (mutuas, residencias...) o hacer la especialización en el extranjero, donde faltan médicos. «Estamos invirtiendo un dineral en formar a médicos que se van a otros países», lamenta el decano.

En la Universitat valenciana, la cuarta más cara de España, por cada curso completo de Medicina un alumno paga ahora 1.493,40 euros. Pero este importe apenas cubre alrededor de un 20 % del coste total de la enseñanza. Es decir que cada curso supone una inversión pública de casi 6.000 euros, 36.000 euros en total por alumno si se suman los seis años que dura el grado.

Formar médicos para otro país

Con MIR o sin él, emigrar al extranjero es una de las opciones para los médicos que no encuentran trabajo en España, «porque el sueldo de un médico en nuestro país está muy por debajo de la media de los salarios que se pagan en el resto de Europa», relata el decano Pallardó. Por tanto, prosigue, «estamos formando médicos aquí, pagando su preparación con nuestros impuestos, para que luego se vayan a trabajar fuera y otros países se beneficien de ellos».

Para el próximo curso 2.638 jóvenes que sueñan con ser médicos no han encontrado plaza en primero de Medicina en la universidad pública valenciana. El año pasado se quedaron fuera 2.771 aspirantes.

Pese a este gran numero de estudiantes en lista de espera, 1.875 de ellos sólo en la Universitat, Pallardó ve «un error» que se autorice a la Universidad de Alicante (UA) a abrir una Facultad de Medicina, que sería la segunda de este tipo en Alicante y la cuarta pública de la Comunitat, donde también las universidades privadas Cardenal Herrera CEU (UCH-CEU) y la Católica de València (UCV) imparten esta titulación tan demandada.

La Universidad de Alicante ha solicitado al Consell del Botànic la autorización para implantar dentro de dos cursos, en el 2018-19, los estudios de Medicina que hace 22 años la Generalitat presidida por Eduardo Zaplana les arrebató para crear la UMH de Elx en plena pugna con el entonces rector de la UA, Andrés Pedreño. Aquella segregación de la facultad de Medicina que acometió el Consell del PP pese al rechazo unánime de toda la universidad española, ha pasado a la historia como uno de los mayores ataques a la autonomía universitaria.

«Lo que le ocurrió a la UA hace más de 20 años fue una injusticia grandísima, pero eso no se puede subsanar cometiendo ahora otra injusticia con la UMH, pues abrir una Facultad de Medicina no es igual que crear una fábrica ya que necesitas un hospital universitario para la formación de los estudiantes y lo que se quiere hacer es quitar el hospital asignado a la Miguel Hernández para dárselo a la de Alicante», crítica el decano.

Además, Pallardó pone el foco en que España «está entre los países con más facultades de Medicina con 43 instituciones públicas y privadas, lo que es una barbaridad». Ante este sobredimensionamiento de estos estudios, Pallardó insiste en que «los mismos alumno del grado nos estan exigiendo que disminuyamos el número de plazas que estamos ofertando».

Cuatro grupos de 80 alumnos

La UV ofrece 20 plazas de Medicina divididas en cuatro grupos de 80 alumnos, uno en inglés para el alumnado que ya tiene el nivel B2 de inglés o está en disposición de obtenerlo antes de que acabe el curso, dos en castellano y uno en valenciano. «Son estudiantes de 13 que nos están exigiendo, con toda la razón, una formación acorde a su alto nivel académico», concluye.

Medicina en la Universitat de València ha marcado la nota de corte más alta de los últimos cinco años en la Comunitat Valenciana con una 12,990 sobre un máximo de 14. La segunda nota de acceso más elevada en los 330 grados y dobles titulaciones que ofertan las cinco universidades públicas valencianas es la carrera de Medicina en la UMH con un 12,851. Medicina en la UJI tiene este año una nota de corte de 12.780, la cuarta más alta de la Comunitat. Solo Ingeniería Aeroespacial en la Universitat Politècnica de València (UPV), con un 12,816 de nota de corte, evita este año el triplete logrado por el grado de Medicina de la UV el pasado curso.