«Necesariamente valencianista», comarcalista y más abierto a militantes y simpatizantes. Así es el PSPV de los próximos años que perfila la ponencia política del XIII congreso nacional, que se celebrará en Elx a final de mes.

La cuestión comarcal tiene especial miga, porque ha sido objeto de desencuentro entre la dirección valenciana y el PSOE. Blanqueries llevó al último congreso federal una enmienda para que cada federación decidiera por su cuenta su organización territorial, que ahora obliga a una estructura por provincias. No salió adelante. La mayoría -incluidos los delegados sanchistas valencianos- la rechazó.

La lucha por recuperar la estructura comarcal tiene un componente de reivindicación histórica, pero también tiene una lectura en clave de lucha interna.

Durante los últimos años, el principal sector crítico contra Ximo Puig y su equipo ha controlado la ejecutiva provincial de València con José Luis Ábalos al frente (hoy secretario de organización del PSOE y mano derecha de Pedro Sánchez). Y la dirección autonómica también ha tenido problemas en ocasiones con las provinciales de Alicante (ahora vacante) y Castelló.

La recuperación de la estructura comarcal supondría, por tanto, neutralizar esos focos de conflicto.

El hecho es que el portazo en el congreso federal no ha hecho desistir a Blanqueries en su apuesta por las comarcas. «El PSPV debe adaptar su modelo organizativo a su propia realidad social y por ello debe revitalizar la estructura comarcal», dice un punto de la ponencia política. La idea es remodelar el Consell Territorial y designar un presidente del mismo entre los representantes de las comarcas. Otra idea es insistir en la defensa «ante los órganos federales de la capacidad de las federaciones para poder decidir» su forma de organizarse.

La vía valenciana (una expresión habitual en el discurso del presidente de la Generalitat) es el título de la ponencia. No es casual. El documento está impregnado de principio a fin de un tinte soberanista. «Los socialistas tenemos que tener una máxima de obediencia valenciana» para ser reconocidos como «una fuerza alejada del sucursalismo», afirma uno de los puntos. En esa línea, se llama a combatir «las tendencias centralizadoras» y a una mayor participación del PSPV en la configuración de la política común del Estado.

Rafa García, el candidato que se enfrentó a Puig en las primarias, dio por amortizado el Pacte del Botànic que sostiene el gobierno de la Generalitat. La ponencia va en una dirección contraria: habla de «proyectar la continuidad de una mayoría social y progresista», concretada en el acuerdo entre PSPV, Compromís y Podemos. «Queremos preservar el Botànic», sentencia el documento.