Rafa García ha vuelto de lleno a la vida de alcalde: una vecina le aborda durante las fotos en el edificio del Ayuntamiento de Burjassot y la entrevista se realiza en un hueco entre reuniones con su equipo. El candidato sanchista perdió el domingo, pero no se arrepiente del paso dado.
«En absoluto -afirma-. Ha sido positivo plantear un modelo de partido más moderno y he visto muy buena respuesta de la gente e ilusión. Estoy satisfecho con los resultados para el poco tiempo que había. No ha habido tiempo para recorrer municipio a municipio y desarrollar más el proyecto, pero no me arrepiento, era necesario».
P ¿Con más tiempo hubiera podido ganar?
R Por lo menos habría podido exponer el proyecto en todos los municipios. Al final es una cuestión de que la gente sepa qué quieres hacer y te conozca. Yo podía ser medianamente conocido en València, pero en Alicante y Castelló, no.
P ¿Los resultados por provincias los atribuye a ese hecho?
R Es más complicado para una persona no conocida que se le pueda votar, aunque cerca de un 43 % se ha manifestado claramente por un modelo de partido diferente.
P Pedro Sánchez sacó un 63 % de votos hace dos meses, usted un 42,3 %. ¿Qué conclusión saca?
R No son magnitudes comparables. Pedro se presentaba a secretario general del PSOE y yo, a esta comunidad. No tienen nada que ver el procedimiento ni las claves con las que la gente se posiciona.
P Pero sí se reconoce como «hijo» de Pedro Sánchez, ¿no?
R Me reconozco una persona que le ha gustado el proyecto federal, de Pedro Sánchez, que por fin deja al PSOE algo más conectado con la sociedad y con una expectativa más clara. Estábamos perdiendo elecciones continuamente, era difícil conectar con el ciudadano y todo el proceso de Pedro Sánchez ha ilusionado a la militancia y ha contagiado a parte de la ciudadanía. He compartido ese proyecto desde el primer día y quería que se trasladase a esta comunidad.
P ¿Ha hablado con Sánchez después de las primarias?
R No. Esto era algo más en clave autonómica.
P ¿Y con José Luis Ábalos?
R Sí he tenido oportunidad de hablar, pero nada profundo. Un simple comentario sobre cómo había ido la cosa. Tengo amistad y una buena relación con él.
P ¿Con Puig ha tenido algún contacto en las últimas horas?
R No. Le llamé el domingo para felicitarle. Se trata al fin y al cabo de un proceso interno, somos compañeros y nos vemos regularmente.
P ¿El abrazo de la noche de primarias fue más simbólico que real?
R Es lo que corresponde entre compañeros. Entiendo que a la inversa habría pasado lo mismo. No pueden ganar dos.
P ¿Esperaba más apoyo de nombres importantes del partido? ¿Le ha faltado alguien?
R No. Ya defendí que esto no iba de nombre y apellidos. Nos hemos hecho mayores de edad y ahora se trata de militantes, no de diputados y alcaldes.
P Falta mucho, pero ¿volverá a presentarse en las siguientes?
R Queda lejos. Pero estoy convencido de que el modelo moderno de partido que presentamos ha tenido un amplio respaldo y por tanto voy a continuar defendiéndolo.
P ¿Le gustaría defender ese modelo desde la ejecutiva «de país»?
R No es que no me gustaría, es que no estaré.
P ¿Por qué?
R Me descarto. Creo que no me corresponde estar. Ximo tiene que hacer la ejecutiva en la que se considere más cómodo para afrontar estos años.
P ¿Ser secretario general de la provincia de València se lo plantea?
R No. Me planteo que se pueda trabajar en la provincia en un modelo similar al que he presentado.
P O sea, que alguien que defienda ese modelo debería presentarse.
R Me gustaría que fuera así, porque he visto a mucha gente con ilusión y no hay que defraudarla.
P Aunque la palabra no le gusta, ¿los resultados indican que la bicefalia no es una idea digerible?
R Bueno, ha habido un 30 % que no ha ido a votar y un 43 % se ha posicionado claramente en un sentido. Yo sigo pensando que era positivo centrarse en la institución por una parte y reforzar el partido por otra. Si no, no lo hubiera hecho.
P ¿La clave del proceso es que un número de «sanchistas» no han estado con usted?
R No sé si esa ha sido la clave. Una importante ha sido el tiempo, que hacía casi imposible una alternativa. Ha sido una lástima no disponer de más para conformar ideas. El congreso también será en fechas malas para la gente. Yo quería que se pusiera en valor un debate de ideas y así es complicado.
P ¿Va a ejercer de jefe de oposición interna?
R No. No es cuestión de oposición interna. Yo voy a continuar defendiendo lo que he defendido. Lo que ha quedado claro ahora es que la militancia ha de ser partícipe. Si se hace, perfecto. Si no, en este partido las discrepancias se manifiestan. La izquierda es crítica.
