Las cucarachas se mantienen como la plaga de insectos más abundante en la Comunitat Valenciana, frente a roedores o termitas, que le siguen en impacto, según los datos que arroja el Observatorio Plagas 2016 de Rentokil Initial.

Según este estudio, realizado a partir de una muestra de 9.900 avisos de los que más de 1.400 correspondían a la Comunitat Valenciana, el 51% de los avisos por plagas gestionados por esta empresa especializada obedecieron a la presencia de cucarachas.

Tras estos insectos, le siguen, con diferencia, los roedores, concretamente un 13,7% y que suponen la segunda causa de infestación en la Comunitat Valenciana, después vienen los insectos de la madera con un 9,6% y los chinches de cama.

Un enemigo escurridizo

Las cucarachas son un tipo de insectos que busca como refugio para alimentarse y reproducirse, zonas oscuras, cálidas y con cierta humedad.

En cuanto al detalle de plagas más habituales, las cucarachas copan las estadísticas de las tres provincias y se mueven con una pauta similar de crecimiento y expansión.

«Una vez eclosionado el huevo-explica el informe- , las cucarachas pasan por una serie de mudas hasta alcanzar la fase adulta, en la que ya se hacen visibles las alas, que en el caso de la Cucaracha Americana le permiten realizar cortos vuelos planeando.

Se alimentan de cualquier tipo de resto orgánico con una especial atracción por los alimentos ricos en azúcar, las proteínas y los productos con almidón, como el pan o el arroz. Dependiendo del tipo de cucaracha se localizan en distintas zonas, así, por ejemplo, la cucaracha alemana prefiere lugares como cocinas, cafeteras o motores de cámaras; mientras que la cucaracha americana se encuentra, en sótanos o red de alcantarillado. Precisamente esta especie está muy extendida por todo el litoral mediterráneo gracias a las condiciones de calor y humedad de la región, que son óptimas para su desarrollo.

Consejos

Para Jacinto Díez, director de comunicación de Rentokil, «las cucarachas son insectos de hábitos nocturnos por lo que si vemos durante el día algún ejemplar vivo, significa que podemos tener una grave infestación. Además de ver ejemplares vivos o muertos, la presencia de restos de mudas de la piel, pequeñas manchas de excrementos y un olor muy característico serán señales inequívocas de que tenemos una infestación».

Los remedios caseros no siempre son efectivos, por lo que ante la sospecha de estos insectos, lo mejor es recurrir a soluciones profesionales; «prevenir su aparición con protocolos estándar de higiene y desinfección, sellados de basuras y la supervisión periódica de tuberías, grietas y desagües», explican en la empresa.