No valdrá aceptar un puesto en la ejecutiva o en otro de los órganos nacionales del PSPV y después no asistir, una circunstancia que se ha dado con más frecuencia de la deseada en los últimos años. Los representantes del socialismo valenciano que salgan del XIII congreso, que se inaugura esta tarde en la Institución Ferial Alicantina, en Elx, deberán firmar un compromiso de asistencia a los órganos en que figuren, así como un código ético sobre su comportamiento. Este aspecto coincide con una de las preocupaciones de la candidatura de Ximo Puig durante la campaña de primarias que ganó: evitar los insultos y las descalificaciones en redes sociales entre militantes.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, será el protagonista de la jornada de hoy, la de la confirmación de Puig como secretario general del PSPV. Los dos se reencontrarán en un acto público después de la visita de Sánchez a València en la campaña de las elecciones de junio de 2016. Hace trece meses.

Después vino el desencuentro público, el papel de Puig en la caída del secretario general y su apoyo a la rival principal de Sánchez en las primarias federales. Todo es ya pasado. Los militantes han puesto a cada uno en su sitio y ese es el mensaje que escenificarán hoy. En esa línea de reconciliación, el líder del PSOE ha sido invitado a una cena posterior con la ejecutiva saliente del PSPV, si bien parece que no podrá asistir.

Puig ha decidido reconocer al alcalde de Xàbia y portavoz socialista en la Diputación de Alicante (institución en manos del PP), José Chulvi, con la presidencia de la mesa del congreso, según la información recabada por Levante-EMV. La portavoz en València, Sandra Gómez, una alcaldesa castellonense y un miembro del equipo de Rafa García le acompañarán previsiblemente.

Juana Serna, Manolo Mata, José Muñoz, Jorge Rodríguez, Blanca Marín, Carlos F. Bielsa y Toñi Serna son nombres que se dan por fijos en la nueva ejecutiva del PSPV, tal como ha publicado este diario.