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Análisis

El 'sanchismo' no se repliega y la brecha interna continúa visible

Tras la tensión en el debate de la gestión, el equipo de Rafa García exige un 42 % del comité nacional frente al 30 % que ofrece Puig

¿Deben los perdedores de un proceso interno replegarse y dejar hacer al vencedor? Dice el equipo de Ximo Puig que es lo que ha sucedido en el pasado, cuando no había primarias, y que es lo que ha pasado en el último congreso federal, en el que el ganador Pedro Sánchez no encontró oposición alguna. ¿Por qué la asimetría con el congreso de país?

La respuesta de la candidatura de Rafa García, el rival sanchista al que derrotó Puig: ¿no era este un proceso distinto al federal? ¿Y qué pasa con los miles de militantes que respaldaron sus posiciones?

El hecho es que la brecha interna de los socialistas ha quedado visible en Elx. Quedó clara el viernes en la crítica sin paliativos por parte del mismo García a la gestión de Puig y en la respuesta de este, molesto con la actitud encontrada por los perdedores. Y se vio a lo largo de todo el día de ayer en el mantenimiento de unas posiciones alejadas sobre la composición del comité nacional, el máximo órgano entre congresos del PSPV, del que se eligen cien miembros. Saldrán otros de los congresos provinciales y locales.

Puig y los suyos (José Muñoz y Carlos Fernández Bielsa han tomado ya un notable protagonismo orgánico) ofrecían respetar la proporción de delegados que ha llegado al congreso (70 % frente a 30 %), mientras que el equipo de García insistía en hacer valer el resultado de primarias (56,7 % del jefe del Consell por 42,3 % del alcalde de Burjassot).

Y así estuvieron sin acercar posturas. Tampoco es extraño en la tradición de congresos del PSPV que las horas pasen sin moverse de las posiciones enfrentadas hasta que llega el minuto final. Si no hay un acuerdo de última hora durante la madrugada, los sanchistas presentarán hoy una lista alternativa a la de Puig. Confían en el tirón de los descontentos con la lista del secretario general, que siempre los hay, para obtener más del 30 % que este les ofrece. A última hora algunos pusieron sobre la mesa una especie de tercera vía (un reparto de 60 frente a 30 con diez puestos restantes para delegados aceptables por los dos lados), pero el equipo de García tampoco era partidario.

Los sanchistas han dejado desde el primer momento la ejecutiva en manos de Puig, con libertad plena. Es su equipo y ha de elegirlo él, han sostenido. El president, no obstante, ha ofrecido algún puesto (simbólico) del medio centenar que tendrá la dirección como imagen de integración. Los de València le dijeron que no, pero los de Alicante (Alejandro Soler es el referente) no se habían pronunciado ayer. Casi de rebote, Puig habría abierto una brecha en el sector crítico.

El congreso también debe decidir nueve puestos para el comité federal. La propuesta (como para el nacional) es de seis de Puig y tres para García. Habrá que ver si también hay disputa en esta lista: el líder del PSPV parece tener algunos nombres claros: Alfred Boix, Ciprià Ciscar y Joan Lerma.

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