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Un oficio en declive

Una escuela para los nuevos pastores

El Consell organiza el primer curso oficial, que comenzará en septiembre, con clases en el Instituto de Investigaciones Agrarias y prácticas en granjas

Una escuela para los nuevos pastores

La Generalitat Valenciana ofrecerá entre los meses de septiembre y noviembre la primera edición de un curso de ganadería extensiva y escuela de pastores para intentar evitar la desaparición de esta actividad tradicional.

«Quedan muy pocos y su media de edad supera los 55 años», afirma Fernando Robres, pastor y ganadero que cada año traslada sus vacas entre Vistabella del Maestrazgo y Mosqueruela (Teruel). Para este ganadero, uno de los problemas más acuciantes es «la falta de centros de formación que podrían ofrecer alternativas de empleo a jóvenes que viven en el ámbito rural» .

Fernando Robres, que será el encargado de dar el módulo de trashumancia en el curso organizado por la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, cree que existe interés por el oficio y recuerda que un curso organizado con su colaboración en San Mateu atrajo a 35 alumnos de los cuales 20 tenían menos de 25 años.

El oficio mantiene la aureola de ser un empleo «complicado» pero los propios pastores, agrupados en la federación estatal (FEP), rechazan esta etiqueta y recuerdan que «no deja de ser» una actividad remunerada, «como muchas otras», a la que se añade, además, un importante papel en la conservación del medio ambiente.

Robres defiende que la ganadería extensiva permite la protección de los bosques y de los montes, ayuda a evitar la despoblación de las zonas rurales y es también más ecológica y sostenible que la intensiva.

En la Comunitat Valenciana, la desaparición de la ganadería extensiva ha disparado el riesgo de incendios, hasta el punto de que en muchas zonas forestales se está estudiando reintroducir los ganados para el mantenimiento de las áreas cortafuegos, pero no hay pastores.

Robres, que además de pastor es también un ganadero que comercializa la carne, señala que este tipo de ganadería «es mejor para el bienestar de los animales y su salud, lo que, de cierta manera asegura una mejor calidad de la carne».

Según fuentes de la Conselleria de Agricultura, que ha gestionado la celebración de este curso, «no es solo la ganadería la que tiene un problema por falta de relevo generacional, sino todo el sector agrario y por ello es necesario encontrar a nuevos profesionales». Y añaden que pese a estos problemas «no deja de ser un sector rentable que atrae a una parte de la población que se está interesando por el ámbito rural». Por ello muestra un cierto optimismo sobre su posible recuperación.

El curso, organizado por la conselleria, intenta atraer el interés de los más jóvenes poniendo en valor el potencial económico que tiene la ganadería extensiva. «Aunque no representa una cifra importante a nivel global, este sector sí puede tener un importante valor en algunas comarcas», aseguran desde la conselleria.

Para captar a más aspirantes a pastor y sobre todo a los más jóvenes, Agricultura ha apostado por un diseño de curso muy atractivo, «ofreciéndoles muchas clases prácticas para que esté más en contacto con la profesión». Las clases presenciales se realizarán en el IVIA (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias) y las estancias en prácticas en explotaciones ganaderas de toda la Comunitat Valenciana.

El curso se dirige también a los profesionales que ya ejercen como pastores para renovar sus conocimientos y mejorar su formación.

Trashumancia con móvil

Pese a que el traslado y manejo de ganados es una de las actividades humanas más antiguas que se conocen y a la falta de vocaciones, el sector de la ganadería extensiva ya ha mostrado su capacidad para adaptarse, incluyendo el uso de las nuevas tecnologías.

Algunos pastores de Teruel, Cuenca y Albacete que siguen realizando la trashumancia hacia tierras valencianas en invierno se niegan a salir sin sus móviles que les permiten estar en contacto con sus familiares y veterinarios pero también acceder a diversas informaciones como las previsiones meteorológicas o los precios del ganado en los mercados y también a estar en contacto con otros pastores a través de «whatsapp».

Esto es a lo que apunta Pablo Vidal, un investigador de las trashumancias y director del Instituto de Antropología Social y Cultural de la Universidad Católica de Valencia, en un trabajo documentado en las vivencias de 19 pastores.

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