El proyecto «Un verano diferente», en el que siete colegios diocesanos han abierto desde el pasado 10 de julio sus puertas para atender y alimentar a hijos de familias sin recursos, concluyó ayer después de haber dado en sus instalaciones cerca de 20.000 desayunos y comidas a estos niños y jóvenes, que han podido realizar también actividades y formación en valores.

La iniciativa, impulsada por el cardenal de València, Antonio Cañizares, ha sido organizada por Cáritas Diocesana, la Universidad Católica de Valencia y la Fundación Colegios Diocesanos «San Vicente Mártir», y ha contado con la colaboración de más de 390 voluntarios, entre profesores y personal de la UCV, que han dedicado su tiempo de forma altruista y han realizado turnos a lo largo de estas cuatro semanas.