Hoy es el día en que la fiesta salpica muchos rincones del territorio valenciano. Eso es sabido. Menos conocidos son los números y la explicación de por qué este día (marcado en rojo en el calendario estatal) concentra tantas fiestas en la Comunitat Valenciana. Para empezar, las cifras. La web especializada Portal Fiestas recoge 106 municipios valencianos que hoy celebran fiestas. Es una de cada cinco poblaciones, con verbenas, bous al carrer, conciertos o procesiones. La archidiócesis de València subraya que en su demarcación hay 40 templos dedicados a la

Este fervor festivo por el 15 de Agosto tiene un origen histórico: cuando el rey Jaume I conquistó València dedicó al misterio de la Asunción tanto la catedral de València como las demás iglesias que erigía en las tierras que iba conquistando, según explican fuentes de la comisión diocesana de Patrimonio Histórico-Artístico.

Aquello desató un efecto bola de nieve: la Assumpta, es decir la imagen de la madre de Jesús que ascendía a los cielos en cuerpo y alma, empezó a ser muy representada por el arte local y caló hondo en el imaginario de los valencianos medievales. De este modo, el culto al misterio de la Asunción se convirtió en el más extendido durante la Edad Media dentro de la devoción mariana, hasta que en los siglos XV y XVI fue superado por el de la Inmaculada Concepción (la Purísima, 8 de diciembre), según recalcan las mismas fuentes eclesiásticas.

Hay otro aspecto sin el cual no puede entenderse su éxito y popularidad festiva. Es la época del año en que se celebra. En mitad de agosto, justo cuando el campo reposa tras la siega del trigo y antes de que arranque la vendimia: dos de los tres cultivos básicos de la llamada trilogía mediterránea clásica (el otro es el del olivo; pan, aceite y vino). Incluso hay teorías que vinculan la fecha elegida por el cristianismo para fijar la Asunción de la Virgen María con las fiestas paganas que en época romana se celebraban para festejar el tiempo de reposo entre la recogida del grano de los cereales y la temporada de la vendimia.

A pesar de que el campo ya no marca actualmente el biorritmo de la sociedad, la Mare de Déu del Llit (o Mare de Déu Morta, o Mare de Déu Adormida o Mare de Déu Gitada) sigue ocupando un sitio de privilegio en el calendario: justo en la mitad del mes estrella del verano, cuando mucha gente regresa a su tierra de origen aprovechando las vacaciones en la escuela y el trabajo.

Refranes de un punto de inflexión

La importancia de esta fecha no solo se ciñe a la abundancia de fiestas y la importancia identitaria de algunas de ellas. Hay toda una cultura popular ligada a la jornada de hoy plasmada en refranes que indican el punto de inflexión que para el ciclo estival supone el 15 de agosto. A la Mare de Déu d'agost, a les set ja és fosc (hora solar, es decir las nueve); A la Mare de Déu en el llit, ja refresca la nit; A la Mare de Déu gitada, refresca la matinada. Sea pagana, cristiana o posmoderna, el día 15 se mantiene como una muesca en ese proceso de afianzar comunidades llamado fiesta.