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Sol de agosto

Piscinas de altos vuelos en València

Una decena de hoteles situados en enclaves privilegiados ofrecen a sus clientes la posibilidad de disfrutar de un baño en la azotea del edificio

Las piscinas más altas de València

Las piscinas más altas de València

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Las piscinas más altas de València Sandra Urbina | València

Exclusividad. Ese el objetivo que todo establecimiento hotelero se propone alcanzar y ofrecer a sus clientes. A la restauración con la oferta más gourmet, amplias habitaciones, seguridad y discreción (entre otros servicios) ahora se suma el privilegio de disfrutar de un chapuzón en la azotea con panorámicas únicas de la ciudad de València.

La línea del horizonte que contemplan aquellos pocos afortunados que disfrutan de las terrazas de los hoteles es un regalo ante el cotidiano tumulto de la ciudad. En 1993, el SH Valencia Palace Hotel ya auguraba lo que se convertiría en una moda en el siglo XXI. En la década de los 90, la cadena apostó por construir lo que actualmente se conocen como los skybar (bares en la azotea) y los skypool (piscinas en la terraza).

Un servicio esencial también para Expo Hotel Valencia. Así lo explica David Calabuig, mánager de la terraza: «Primero se construyó la piscina de la azotea, después el resto del hotel», bromea. Las vistas que ofrecen desde los 12 pisos del edificio acentúan la posición privilegiada de la que goza el establecimiento situado junto al Jardín del Turia.

Según Miguel Cubas, director de alojamiento de este hotel, la ubicación estratégica del edificio y la piscina en la azotea son los componentes que confieren ese plus de exclusividad que toda cadena hotelera intenta conseguir. «Habrán 10 o 15 hoteles con piscina en la azotea en València, pero con tanta altura únicamente estamos nosotros y uno más», indica el director.

Este otro edificio al que se refiere Cubas es el SH Valencia Palace Hotel, que, además de la altura, incorpora un nuevo elemento. La piscina de este establecimiento puede ser utilizada por sus usuarios en cualquier época del año. ¿La razón? Cuenta con un techo móvil que protege la zona de baño de las bajas temperaturas del invierno. La piscina cubierta permite a los clientes disfrutar del uso de este servicio en cualquier época del año.

Javier Vallés, director general de SH Valencia Palace Hotel, recuerda que el turismo en la ciudad de València ha aumentado en los últimos años. Esto condiciona la importancia de crear no solo un espacio de descanso en las habitaciones, sino también de introducir nuevas zonas de ocio. «Después de que el cliente conozca una València cultural y gastronómica, es muy importante que venga al hotel y pueda disfrutar de un baño tanto en verano como en invierno», asegura.

Estas zonas de baño-mirador ofrecen ocio en enclaves urbanos privilegiados, como en el caso del Hotel Valencia Center, un establecimiento con cómodos y fáciles accesos desde cualquier entrada al Cap i Casal.

Muchas de estas cadenas hoteleras limitan el acceso a estas piscinas en altura a sus clientes. Sin embargo, una habitación en hoteles que superan las cuatro estrellas rondan los 100 euros la noche. Este hecho pone freno al uso de este tipo de servicios de lujo, y lo consolida como un privilegio no apto para todos los bolsillos.

«Intimidad y tranquilidad»

A pesar de esto, los usuarios hospedados en el hotel agradecen esta iniciativa. Muchos de ellos prefieren que el servicio por el que han pagado les quede asegurado, pues temen que la azotea se masifique por gente externa al hotel y sean ellos los que no puedan hacer uso de esta. Así, los clientes se reafirman en su exclusividad, conocedores de que no serán privados del disfrute de las instalaciones.

Según fuentes del Hotel Valencia Center, este es un servicio para el visitante que busca la «intimidad y la tranquilidad», por lo que un menor número de usuarios que hagan uso de este servicio es más atractivo para sus clientes.

Vallés, desde el SH Valencia Palace comparte esta opinión. Afirma que es «lógico» que un hotel de cinco estrellas esté solo a disposición de sus clientes. Este «es un servicio muy selecto», explica, que permite que a los clientes puedan relajarse «tomando una copa, una cerveza o un cóctel» tras disfrutar de un privilegiado baño en lo alto de la ciudad.

No ocurre así en la azotea del HolaHotel del Carmen, un lugar que, aunque refleje su alta calidad en las cuatro estrellas que ostenta en su fachada, sí abre sus puertas al público no alojado en sus habitaciones.

«Jacuzzi» gigante

Manuel, un sevillano ajeno al hotel, pudo disfrutar de estas ventajas. En este caso, Manuel había paseado por el centro de València cuando accedió a la sexta planta del edificio convencido de las grandes vistas que el hotel podría ofrecerle, ya que se sitúa al lado de las Torres de Serranos.

La entrada a la azotea del HolaHotel del Carmen no tiene coste, pero sí es necesario pagar una consumición para poder disfrutar del jacuzzi gigante que caracteriza la terraza.

Según Manuel, el mayor atractivo que ofrece el edificio es la facilidad de acceso al mismo, pues no comporta coste alguno. Esto permite que cualquiera pueda disfrutar de «la panorámica de la ciudad», un hecho que se agradece dado los altos precios impuestos por el lujo de algunas cadenas hoteleras. Y, es que, la calidad siempre se paga.

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