La reacción por parte de la comunidad musulmana tras lo acontecido en Barcelona se manifestó ayer en forma de «absoluto rechazo y consternación». Desde entidades como la Unión de Comunidades Islámicas de la Comunitat Valenciana se sumaron al minuto de silencio frente a la sede de la Delegación del Gobierno de València. «Los desalmados, criminales, terroristas, no tienen nombre, actúan poniendo la religión de por medio y eso por desgracia nos afecta a todos» manifestaba el presidente de la Unión, Ihab Fahmy.

Preguntado por la posibilidad de que crezca el rechazo al Islam y lo que representa, Fahmy también quiso aclarar que España es «un país de sentido común», un estado de derecho que ha ganado a muchos países en cuestión de legislación y con una constitución que engloba a todos de una forma adecuada, respecto a derechos religiosos y humanos y en todos los sentidos. Algo a lo que también se quisieron sumar desde el Centro Islámico pakistaní aludiendo a esa condena hacia los autores de los hechos y la violencia de sus actos y presentando su «más profundo pésame» hacia los familiares de las víctimas.

A la misma conclusión se llegaba entre las decenas de musulmanes que acudieron ayer hasta la mezquita de la calle Palacios en València. «Este tipo de actos solo hacen que ensuciar el nombre del Islam» manifestaba Hadid. «Es una absoluta atrocidad, en la fe musulmana no se concibe ni siquiera tocarles un pelo a los otros» comentaba por otro lado Ayyub, otra de las personas que se desplazaron hasta la mezquita para realizar el rezo.

Modou es taxista en València. Como musulmán acude siempre que le es posible a la mezquita. Este senegalés que lleva en València casi una década se mostraba muy apenado por los atentados de Barcelona y recalcaba que a él desde pequeño le han inculcado «unos valores» que nada tienen que ver ni justifican lo acontecido en la ciudad condal. «Tú eliges una religión, la vives desde el primer momento y en ningún caso se te pasa por la cabeza que estos actos puedan cometerse en nombre de Alá» (...). «Otra cosa es aquellos que no estén cómodos con ella y les induzcan unas ideas que se alejan mucho de lo que se predica», sentenciaba el mismo Modou.

Ni yihadistas ni islamistas

Si hay una cosa que se quiso poner en relevancia desde el mismo colectivo fue la tajante separación entre «conceptos antagónicos» como musulmanes yihadistas.

A las palabras del presidente de la Unión de Comunidades Islámicas se sumaron las de Said Muti, expresidente de la comunidad en València. «Ni yihadistas ni islamistas, hay que separarlo, son terroristas baratos, mercenarios baratos», aseveraba el mismo Muti en referencia a los autores de la masacre.

Al mismo tiempo, quiso remarcar que la comunidad árabe la integra «gente pacífica» haciendo un llamamiento para que se analizase la procedencia de los terroristas y quienes les apoyaban. En este sentido, el ISIS se adjudicó la autoría de los atentados a las pocas horas de cometerse, aunque distintos analistas apuntan a que en ocasiones se adjudican atentados que no han cometido para extender el miedo.