Sólo siete de los más de 260 municipios con exceso de nitratos en sus acuíferos de la Comunitat Valenciana han logrado salir en la última década de la lista «negra» formada por las zonas vulnerables a la contaminación por estas sustancias procedentes de la actividad agraria.
Fuentes de la Dirección General del Agua de la Generalitat Valenciana admitieron que la mayoría de estas salidas se deben a «un mejor conocimiento» sobre la situación real en la que se encuentran las masas de agua y a un «ajuste fino» basado en ese conocimiento y no a un descenso cuantificable en la presencia de nitratos.
La Generalitat Valenciana, en cumplimiento de la trasposición española de la directiva europea de nitratos, elaboró por primera vez un listado de zonas sensibles en 2000 que revisó posteriormente en dos ocasiones: 2004 y 2009.
En la actualidad, el número de municipios designados como «vulnerables» en los que los acuíferos subterráneos contienen un porcentaje de nitratos superior a 50 miligramos es de 215 mientras que de aprobarse la última propuesta de la Generalitat-actualmente en fase de consulta pública- el número pasaría a ser de 266.
En estos municipios, los agricultores y ganaderos están obligados a cumplir el denominado Código de Buenas Prácticas Agrarias y a seguir las estipulaciones de los programas de actuación de las zonas declaradas como vulnerables.
El incumplimiento de estas normas de carácter medioambiental puede suponer la pérdida de las ayudas europeas. El control lo ejecuta la propia Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático aunque los resultados pueden tardar décadas en notarse en los acuíferos dañados.
En concreto, la Generalitat ha propuesto incluir 58 nuevos municipios que no estaban en listados anteriores, bien por falta de información o por no haber alcanzado todavía los 50 miligramos, mientras reduce a 7 ayuntamientos su propuesta de bajas en el listado.
Se trata de los municipios de Alfondeguilla y Tales en Castelló y los de Ador, Alfara de la Baronía, Almiserà, Alfauir y Villalonga en Valencia. Pese a estas excepciones, la propuesta de nuevas designaciones (58) supera ampliamente las bajas en la designación (7), lo que arrojaría, sumados a los ya incluidos en anteriores listados un total de 266 municipios correspondientes a 27 masas de agua subterráneas.
Actuación en el agua superficial
Además, la propuesta de declaración incluye por primera vez masas de agua superficiales (ríos, lagos y embalses artificiales) en las que se han detectado también una superación de los parámetros fijados por la legislación y donde es necesario «poner en funcionamiento programas de actuación coordinados con técnicas agrícolas adecuadas, con la finalidad de eliminar o minimizar los efectos de los nitratos sobre las aguas».
Entre estos cauces o ríos se encuentran el Riu Sant Miquel; la Rambla del Poyo, desde su cabecera cerca del barranco Caballos hasta su desembocadura en la Albufera,al igual que el barranco de Picassent, declarado «vulnerable» en todo su recorrido hasta llegar al lago en el espacio natural valenciano.
Otros cauces comprometidos por la presencia masiva de nitratos son el río Albaida (Bellús-río Barxeta); el río Verde, desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Júcar;la rambla Algoder (Real); el río Magro entre Carlet y Algemesí; el río Bernisa desde el barranco de Llutxent hasta el río Serpis; el barranco de la Alberca (Ondara); Río Amadorio (A-7 hasta el mar); río Vinalopó (desde la séquia del Rei hasta las Salinas de Santa Pola.
Entre los lagos afectados se encuentran el Prat de Cabanes; el marjal y los Estanys d’Almenara; Marjal de los Moros; marjal de Rafalell y Vistabella; la Albufera; el ullal de Baldoví; los marjales de la Safor; el marjal de Pego-Oliva y Els Bassars-Clot de Galvany.
Los embalses con exceso de nitratos son los de Maria Cristina en Castelló; Buseo y Forata en Valencia y Amadorio y Elx en Alicante.
