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Violencia machista

Los familiares de las víctimas de violencia machista solo denuncian en uno de cada 100 casos

Durante el primer trimestre de este año, solo 63 familias interpusieron una denuncia de violencia machista de las 5.501 que tramitaron los jueces

Saben que su hermana, su prima o su vecina es víctima de maltrato. Puede que ella lo haya confesado o puede que lo sepan a pesar de su silencio. Puede que hayan sido testigos directos o puede que no. Sin embargo, cuando el entorno conoce el maltrato no sabe cómo actuar. ¿Y si denunciamos y luego es peor? Ante la duda parece que solo queda la opción del silencio. Y si la víctima no denuncia, el entorno tampoco lo hace. Entre el argumentario para guardar silencio se encuentra que la víctima debe ratificar la denuncia, pero los expertos lamentan que la violencia machista se siga viendo como un problema privado que debe resolverse en el seno de la pareja.

Por ello, fuentes policiales aseguran que es el entorno quien puede ayudar, y mucho, a las víctimas. La violencia machista no es responsabilidad sólo de la víctima y su agresor. Sin embargo los datos que recoge cada trimestre el Consejo General del Poder Judicial a través del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género revelan que solo en el 1% de los casos es una persona del entorno quien denuncia el maltrato.

Durante el primer trismestre de 2016 solo hubo una denuncia en el juzgado presentada directamente por un familiar. Ahora bien, fueron 44 las personas que acudieron una comisaría o a un cuartel a denunciar casos de violencia machista. En total, 45 denuncias interpuestas por familiares de un total de 4.347.

Los datos del primer trimestre de 2017 revelan un mayor número de denuncias interpuestas por familiares, pero siguen sin superar el 1% de los casos. De las 5.501 denuncias tramitadas en los juzgados los familiares, amigos o conocidos de las víctimas presentaron 13 denuncias en un juzgado de guardia y 50 en oficinas policiales. Sin embargo, y aunque la evolución es positiva, los expertos afirman que aún queda mucho trabajo por hacer en aras de que el entorno de la víctima entienda que su papel puede ser clave a la hora de ayudar a quienes, por diferentes motivos, esconden una agresión. Desde los servicios sociales o desde los centros médicos también se denuncian casos de maltrato aunque, en este apartado, el número de denuncias va a menos, concretamente se han reducido en un 8,4%. Y es que si durante el primer trimestre de 2016 se denunciaron 190 casos, en el mismo período de este año el número se redujo hasta las 174 denuncias, 16 casos menos a pesar de haber 1.154 denuncias más (un 26,5%).

Qué se puede hacer

La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, por su parte, centra el trabajo en campañas de sensibilización «que saquen del foco a la víctima y lo centren en el agresor y en el entorno que muchas veces esconde lo que sucede». Y no son los únicos que mantienen esta línea de trabajo.

De hecho, la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres explica, por ejemplo, que los familiares de las víctimas «pueden solicitar la orden de protección», afirman que si alguien sospecha «que una persona está siendo agredida o se escuchan frecuentemente ruidos o gritos, hay que llamar a la policía» y recomiendan «ofrecerse como testigo a la víctima si alguien presencia o sospecha de un episodio violento».

La ley de protección de testigos se puede poner en marcha en el momento en que se advierte que hay riesgo ante el testimonio. En el proceso no figurará su identidad y domicilio, solo una clave judicial para identificarlo.

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