La propuesta de nuevos portavoces tanto en las Corts como en el partido que el secretario general de Podemos, Antonio Estañ, propondrá mañana viernes al Consejo Ciudadano ya la conocen los miembros de la ejecutiva. El propio secretario general reunió ayer en la sede de la calle Turia al núcleo duro de su dirección para informarles de la propuesta tras un mes de agosto de especulaciones, pero sobre todo para sondear el grado de aceptación que los nombres van a tener en el consejo ciudadano y si estos podrían ser cuestionados en un órgano donde Estañ no tiene segura la mayoría.
Uno de los nombres sobre la mesa es el de César Jiménez, que se convertiría en portavoz parlamentario en sustitución de Antonio Montiel. Estañ quería una mujer pero la marcha de Sandra Mínguez (que ha dejado todos sus cargos) ha desbaratado sus planes.
Los cambios en el grupo, si el Consejo Ciudadano avala la propuesta, se harían efectivos la próxima semana y todo apunta a que Jiménez (Castelló, 1976) debutaría en el debate de Política General, los días 13 y 14 de septiembre.
Con todo, no parece que la propuesta de Estañ vaya a tener cuestionamiento interno, aunque la mayoría de los integrantes del grupo parlamentario preferíría que siguiera Montiel. Pero ni los afines a Montiel ni los que apoyaron la candidatura de la senadora Pilar Lima a la secretaría general quieren poner palos en las ruedas a las primeras de cambio a Estañ, por lo que lo más posible es que opten por la abstención. La lectura que se hace es que el proyecto del nuevo líder apenas ha arrancado y que su triunfo en las primarias internas de mayo le legitima para plantear los cambios que considere, por lo que el grupo parlamentario, donde Montiel tiene mayoría, ratificará la decisión del comité ciudadano, lo que salvo sorpresa convertirá a César Jiménez en síndic de Podemos. Jiménez es diputado por Castelló, nacido en 1976 y actualmente es el secretario general del partido en esa provincia además de ingeniero en informática de formación y tiene un máster en Cooperación internacional.
Con esa propuesta se cumple la lógica de cambio impuesta en el seno del partido que vivió su primer capítulo en el ámbito nacional en febrero. Entonces, el ganador de la batalla interna, Pablo Iglesias, forzó la caída del portavoz que le había desafiado, en ese caso Íñigo Errejón, sustituido por Irene Montero en la portavocía del Congreso. Lo mismo ocurrirá ahora.
Por otra parte, la suspensión de la presidenta de la Comisión de Garantías estatal, Olga Jiménez, al frente de este órgano, supone un varapalo al órgano de garantías valenciano, que se rebeló contra la medida de Pablo Iglesias.
