Asociaciones de vecinos de las urbanizaciones de Chiva alertaron al ayuntamiento de la falta de cloración de parte de la red de abastecimiento el pasado mes de marzo. Así lo denuncian ahora representantes de la Agrupación de Entidades del Extrarradio de Chiva tras declararse este mes de agosto un brote de legionela en la parte chivana de la urbanización Calicanto cuyo origen la Conselleria de Sanidad ha fijado en el agua que abastece esta colonia y que procede del depósito de Santo Domingo.

La baja cloración del agua la hace más propicia a la proliferación de esta bacteria que pasa al organismo humano por vía aérea provocando neumonía. De hecho, la medida de prolifaxis que los técnicos de Salud Pública tomaron ante los primeros casos del brote de Calicanto (que ha dejado un muerto y seis afectados) fue pedir a la gestora del suministro en el área de Chiva-11, la UTE Aguas de Chiva, el hiperclorado del depósito para conseguir la consiguiente desinfección.

Las analíticas para determinar el nivel de cloro realizadas a instancias de los vecinos no tomaron muestras de esta red de abastecimiento en concreto, pero sí de otras urbanizaciones cercanas como Sierra Perenchiza o la Atalaya que también están gestionadas por la misma empresa. En el primer caso se tomaron muestras del agua a finales de febrero de los dos ramales diferentes que abastecen a esta colonia y, solo en uno de ellos, el del Bosque, los niveles de cloro eran óptimos mientras en el segundo eran ínfimos.

Estas dos analíticas se presentaron ante el consistorio el pasado 29 de marzo alertando de la mala calidad del agua «no apta para el consumo». Los vecinos de las urbanizaciones llevan años reclamando recibir un agua de mejor calidad ya que, por la alta presencia de nitratos, no es recomendable su consumo.

También en la Atalaya

Por otra parte, el 31 de julio se tomaron muestras en las redes de distribución de la Atalaya de Levante. Los resultados, del 16 de agosto, también muestran niveles pobres de cloro en el agua de los que se notificó al ayuntamiento el pasado 24 de agosto. En ambos casos, los niveles no llegan al intervalo de confianza que la propia consellera de Sanidad, Carmen Montón, recordó la semana pasada y que debe estar «entre 0,8 y 1,2». En aquella ocasión, en la que no dio el brote todavía por cerrado, la consellera rcordó que, en estos casos «lo importante es la cloración» y ahora se estaban tomando medidas para garantizar que, tras el hiperclorado de la red realizada el pasado día 16 de agosto, los niveles «se mantienen en el tiempo».

«En las urbanizaciones se estaba clorando por debajo de los límites y el consistorio lo sabía», aseguró ayer Luis Araque, presidente de la Agrupación de Entidades del Extrarradio de Chiva que agrupa a 10 de las 17 entidades de vecinos de las urbanizaciones de Chiva.

Araque reconoció que no pueden relacionar «de forma directa» los resultados de las analíticas hechas durante el primer semestre del año con el brote de legionela en Calicanto pero sí con una «situación anormal que se está dando en las urbanizaciones» y ante la que el consistorio «no actuó pese a saberlo».

La agrupación remitió el pasado 23 de agosto las analíticas de ambas urbanizaciones también a la Conselleria de Sanidad y se solicitó un pleno extraordinario al consistorio de Chiva para que se tomaran medidas de urgencia que garantizaran la salubridad del agua que llega a las urbanizaciones del municipio. Los grupos de la oposición también reivindicaron la celebración de esta sesión plenaria que tendrá lugar esta mañana a las 10.