La consellera ha recordado que las terapias no convencionales no entran en la cartera de servicios de la sanidad pública. ¿Se estaban prescribiendo?
Podrían recomendar a un paciente tomar un medicamento homeopático o que fuera a un acupuntor o se buscara un osteópata. Prescribir no, porque no existen estos servicios. No sé si esto significa que los médicos no pueden siquiera recomendar.
¿Cómo valora entonces esta comunicación? ¿A qué se debe?
Los profesionales de la pública saben perfectamente cuáles son los servicios y medicamentos incluidos. ¿Por qué se tiene que recordar? No sé cuál es la razón. Lo podría inferir pero hacer supuestos es muy peligroso. Existe un contexto de cuestionamiento, desconozco cuáles son las causas. La OMS tiene una estrategia donde se recomienda la inclusión de las terapias no convencionales en el tratamiento de la salud de las personas porque tienen ventajas y, de hecho, en Europa existen países muy avanzados que así lo contemplan: Alemania, Inglaterra, Francia...
¿Cree que vamos en dirección contraria al resto de Europa?
No lo creo, es un hecho. En Alemania están trabajando en un proceso de medicina integrativa que no excluye ninguna terapia, con profesionales formados que saben lo que se tiene y no se tiene que hacer. Internet ha supuesto muchos cambios en la sociedad, entre ellos que los pacientes leen muchas cosas y no saben discriminar los verdadero de lo falso y hasta los profesionales nos podemos confundir. El problema que te puedes encontrar es el de pacientes que dejen de hacer un tratamiento que no deben de dejar o que hagan cosas que no deben de hacer porque con su médico no obtienen un servicio.
¿Si se integraran estas medicinas se evitaría este riesgo?
Para que eso no suceda hay que dar formación a los médicos sobre estas disciplinas y que ellos, siguiendo su criterio profesional, elijan cuál es la terapia que en cada momento deba utilizarse. Esa formación si la tienes la puedes ofertar, pero si no la tienes...
No parece que haya un ambiente propicio para dar formación en las facultades...
La tendencia no va por ahí; pero eso no quiere decir que esa sea la posición correcta. Es muy importante identificar cuál es la causa del problema para no generar un problema más grave, hay que hacer bien el diagnóstico.
¿Y cuál es su diagnóstico?
No se están identificando bien las causas y, por tanto, las cosas que se están haciendo no van a solucionar el problema de mejorar la salud de las personas.
¿Quiere decir que los pacientes van a ser los principales perjudicados?
Por supuesto y hablo como paciente. Yo llegué al conocimiento de estas disciplinas además de por inquietud, por cuestiones personales. Tuve que buscarme la vida porque a mí la medicina convencional sola no me daba soluciones a mi enfermedad crónica. Hay muchas cosas en la medicina integrativa que tienen que ver con hábitos de vida que si se pudieran utilizar estaría muy bien y se evitaría el sobreconsumo de fármacos. Pero para eso tienes que formar a la gente y abrir vías de diálogo. Determinadas actitudes no me parecen recomendables para la buena salud de las personas.
¿Es un reproche a la consellera?
No me quiero meter con nadie. Hay que buscar vías de encuentro, queremos que nos escuchen porque a los médicos naturistas nadie los ha convocado a una reunión. A las organizaciones de las que hablan, ¿a cuántas han llamado? Estamos hablando de medicina que tiene más de 1.000 años. La medicina china es mucho más potente que la occidental en muchas cosas... ¿por qué no integrar? ¿por qué siempre estamos en un modelo que separamos, dividimos y enfrentamos?
¿Qué disciplinas salvaría de la lista de terapias «vetadas» en la pública?
Me parece que hay un pastiche... No me parece ni serio ni respetuoso incluir la oración. Y luego, ¿la terapia nutricional? La nutrición es fundamental. Hay cosas que se curan con la dieta. De todas formas, un médico tiene que saber de todo esto aunque sea para no recomendarlo pero no puede no saber. Ese es el «gap». La osteopatía, por ejemplo. Yo soy médico y a mí me ha curado un osteópata un problema en los hombros. Mejor que sea alguien con formación y que lo haga bien a que no haya formación y cualquiera te pueda dejar paralítico.
¿Si se invirtiera más en el estudio de ciertas disciplinas esta lista se recortaría?
La mayor parte de investigación científica está financiada por la industria farmacéutica. Muchas de estas terapias no tienen una industria ni volumen ni recursos para dedicarlos a investigación. Eso es una realidad. Si lo público lo investigara estaría fenomenal. Aún así hay investigación y evidencias científicas en homeopatía y en acupuntura, por ejemplo. Lo que sí es cierto es que los parámetros utilizados por el modelo científico actual muchas veces no nos servirían para algunas terapias pero aún así hay estudios que demuestran la eficacia. De hecho lo que se suele argumentar es que la homeopatía si funciona es por el efecto placebo. De alguna manera esta afirmación nos está infiriendo que funciona, por el efecto que sea.
Pero no me negará que la base de la homeopatía, que el agua «recuerda» las sustancias que ha contenido, es difícilmente defendible.
Es difícil hoy con los medios que tenemos para medir. Según vamos avanzando en investigación tecnológica y tenemos aparatos capaces de identificar cosas, somos capaces de justificar con razones objetivas cosas que antes no podíamos explicar. El curso de la historia ha sido así: los virus los hemos podido ver con un microscopio electrónico, antes pensaban que te habían mirado mal. Aún hay cosas que no podemos explicar pero que aún no podamos explicarlas no significa que no existan.
