El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, traspasó la pelota de la reforma del modelo de financiación autonómica, que tanto reivindica el gobierno de la Generalitat, al tejado del PSOE. Fue durante la clausura de la Interparlamentaria de su partido, el PP, que se celebró entre el viernes y el sábado en el restaurante La Ferradura, de Alboraia.

Para ello, recurrió a la realidad matemática del Congreso, donde los populares no gozan de mayoría suficiente. «No se va aprobar el nuevo modelo de financiación si no hay acuerdo con el PSOE», señaló de forma tajante, recordando que «nosotros solo tenemos 137 diputados» en la cámara y, por tanto, «el Partido Popular en solitario no puede».

En clave estrictamente valenciana, invitó al presidente del Consell, el socialista Ximo Puig, a abrir una vía de diálogo para tratar de hallar una solución conjunta. «Que venga él, el PSOE o quien quiera a hablar con el Gobierno, y si se llega a un acuerdo entre los socialistas y el PP se aprobará el nuevo modelo de financiación», indicó.

Además, también instó a Puig a que «además de organizar manifestaciones, hablen para llegar a un entendimiento, porque, si no, no será posible; yo no voy a hacer lo que hicieron ellos en 2009 (en referencia a cuando el Gobierno de Zapatero aprobó el modelo que discrimina a la Comunitat Valenciana)», señaló.

Pese a estas palabras de Rajoy, en los últimos meses, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, había intentado hasta en tres ocasiones y de forma infructuosa mantener un encuentro con él para tratar esta cuestión. La cita, finalmente, se producirá el próximo jueves en la Moncloa. El presidente del Gobierno llamó a Puig un día antes de su visita a Alboraia para concretar el encuentro, que será el segundo entre los dos mandatarios desde que el socialista tomó posesión. La anterior cita fue hace dos años, en noviembre de 2015.

Baza política

Con su guiño al PSOE, Rajoy quiso jugar una baza política. Es conocedor de que los socialistas de todas las autonomías no están a favor del mismo modelo de financiación autonómica y es conocedor de que los intereses de la Comunitat Valenciana, reconocidamente infrafinanciada, pueden chocar, por ejemplo, con los de Andalucía.

En esta cuestión, Mariano Rajoy siguió la estela de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, que compareció antes que él en el cónclave popular de Alboraia.

«Claro que hace falta cambiar el modelo de financiación», dijo, para añadir posteriormente que «no es momento de las manifestaciones ni las pancartas, esto no se arregla así», señaló. Se preguntó «dónde estaban en 2009 los que ahora se rasgan las vestiduras».

Para la dirigente valenciana, esta es una cuestión que se arregla «con el diálogo, trabajando, negociando y con un acuerdo de mayorías». Si se hace de ese modo, dijo Bonig, «el PP le apoyará, trabajará con usted para lograr el bien de esta comunidad y de los cinco millones de valencianos». Por último, dejó una pregunta en el aire dirigida a Ximo Puig: «¿Quiere usted acordar con el PP?».

También se pronunció sobre esta cuestión Ciudadanos. Su portavoz en las Corts, Mari Carmen Sánchez, consideró «un error» que Rajoy ignore al resto de partidos en el debate sobre el nuevo modelo de financiación. Cree que temas «tan controvertidos necesitan del consenso con el resto de partidos».