Se esfuerzan por encontrar un empleo, pero cuando lo consiguen, es temporal y con un sueldo insuficiente, al menos para emanciparse. La radiografía de la situación de los jóvenes valencianos a la hora de emanciparse se repite durante el segundo semestre de 2016: vivir solo es casi una misión imposible para la población de entre 16 y 34 años.
Hasta los 30, siguen estudiando en casa de sus padres, ante la imposibilidad de encontrar un empleo (solo el 17,9% están emancipados). De los 30 a los 34, abandonan la casa familiar, pero se ven abocados a compartir gastos (sobre todo porque deben destinar el 64% de su sueldo a pagar el alquiler o la hipoteca de la vivienda). Y eso que la contratación de jóvenes valencianos ha aumentado.
Así lo refleja el informe realizado por el Observatorio de Emancipación sobre el segundo semestre de 2016. El estudio asegura que el paro juvenil ha descendido en la Comunitat Valenciana, una autonomía que, además, es la segunda más alta en cuanto a población activa juvenil (solo por detrás de Cataluña).
Sin embargo, el trabajo precario se ceba con los más jóvenes. Más de la mitad de los valencianos de entre 16 y 29 años (el 58,2%) tiene trabajo, lo que supone un 9,35% más respecto al mismo periodo del año pasado. Así lo población joven en situación de desempleo ha descendido hasta el 30,8%, ligeramente por debajo del conjunto nacional.
Ahora bien, tener un trabajo no garantiza vivir de forma independiente, sobre todo si tenemos en cuenta que la capacidad adquisitiva de la población joven asalariada en la Comunitat Valenciana es de las más bajas de España y que el mercado inmobiliario valenciano ha sufrido en el último año un fuerte aumento en el precio de los alquileres, con una subida del 12,41%. Así, una persona joven y con una nómina tiene que incrementar su esfuerzo para emanciparse en un 11,17% más.
En total, destinará el 64% de su sueldo a pagar el alquiler. La compra de una vivienda es «imposible para una persona joven y asalariada». Si es una pareja y trabajan los dos, la situación cambia, según el Observatorio de la Emancipación.
El número de jóvenes que encuentra trabajo aumenta, pero su independencia no está asegurada sobre todo si se tiene en cuenta el tipo de contratos firmados, ya que más de la mitad (el 55,7%) son temporales.
Es más, de los nuevos contratos dados de alta, el 92,43% tiene carácter temporal y solo el 7,6% de las contrataciones formalizadas en este periodo los fueron de maner indefinida. «En cuanto al tipo de jornada de los empleos creados hay un aumento tanto de los trabajos a tiempo completo como con jornada parcial, aunque los segundos registran un crecimiento de más del doble que los primeros, representando el 34,6% del total de contratos entre las personas de 16 a 29 años», asegura el informe.
Estos datos sitúan a la Comunitat Valenciana a la cola de todas las autonomías en términos de parcialidad del empleo, «afectando particularmente a las mujeres jóvenes con un 39% de contratos a tiempo parcial». Además, el número de personas que trabajan pero que se consideran «subocupadas» por insuficiencia de horas sigue siendo la cifra más alta dentro del territorio español, a pesar de haber descendido un 11,42%.
