La consellera Gabriela Bravo hizo ayer por la tarde un llamamiento a la calma y tranquilidad y aseguró que no hay intención de que nadie «trabaje en condiciones insalubres». Bravo reiteró que, tal como apuntan los informes de la inspección, la actividad habitual puede retomarse en las zonas no afectadas por el fuego del pasado domingo.

Por esto y por la tranquilidad de todos, fuentes de la conselleria explican que en una reunión con los representantes sindicales se les transmitió que «no hay problema» si desean que empresas externas vuelvan a realizar las inspecciones y los informes que ha realizado el Invassat.

Por la mañana, la consellera también matizó que «hay que priorizar la salud» y vio «acertada» la medida del TSJ de paralizar la actividad si los funcionarios sufrían problemas médicos. Sin embargo, señaló que una cosa es inhabilitar la actividad y otra distinta «precintar el edificio» y, por ejemplo, impedir que un fiscal acceda a por documentación. En esta línea, Bravo manifestó que en la Ciudad de la Justicia «no ha caído una bomba nuclear ni hay elementos radiactivos».

Ya por la noche, el TSJ anunció que los profesionales con despacho en la Ciudad de la Justicia podrán acceder al edificio para coger expedientes o efectos personales. Asimismo, se informó de que el acceso principal permanecerá cerrado, por lo que se abrirá una entrada lateral.

En principio la inhabilidad de plazos y actos judiciales queda paralizada hasta la medianoche del lunes no «sine die», como se anunció el lunes. Para la conselleria, esto es «un avance» y señal de que «se va hacia la normalidad». Para esto, la consellera ordenó un refuerzo de los servicios de limpieza desplegados en la Ciudad de la Justicia, con un aumento de medios materiales y humanos para limpiar en dos días todos los restos de hollín.