Mientras el socio del Pacte del Botànic mostraba su faceta más fiscalizadora respecto a la tarea del Consell, los partidos del Gobierno se daban un poco de cariño. «Estamos demostrando que hemos venido a cambiar las cosas», defendía el síndic de Compromís, Fran Ferri.

Durante su intervención en la tarde de ayer en el hemiciclo de las Corts, el portavoz de la coalición sacó pecho por las medidas que ha sacado adelante el Consell, como la eliminación del copago, la ley de la vivienda, la restitución de la sanidad universal o el impulso al plurilingüismo. Habló también de la ley de renta valenciana de Inclusión y del pacto contra la violencia machista, entre otros asuntos.

Sin embargo, se fijó más en la actitud de la oposición que en los logros del Ejecutivo valenciano. «Si comparamos el Gobierno de Madrid con el suyo, presidente, no hay color», apuntó mirando a Puig. «Corrupción, desigualdad, recortes. Ese es el modelo del PP que valida Ciudadanos con sus votos en Madrid», expuso el diputado de Canals.

«No es fácil cambiar las cosas en la situación actual. Es una carrera de obstáculos», lamentó Ferri. En este sentido, criticó los «pufos» y la «ruina en diferido» que se encuentra el gobierno valenciano en su día a día. «Explotan en cualquier momento y marcan las políticas de este curso: 375 millones de deuda con las universidades, 40 en ayudas fantasmas de vivienda, 9,5 millones en el bloqueo de la autopista en la Vega Baja», relató el síndic de Compromís, mientras se observaba a Bonig firmando las más de mil propuestas de resolución que el PP va a aportar al debate.

«Frente a eso, soluciones», apuntó, al tiempo que añadió que a la falta de financiación, la falta de personal y la dificultad burocrática en poner en marcha muchas iniciativas, se une «la última fase, la del recurso judicial. Se pone en marcha la maquinaria para frenar las decisiones de esta cámara», lamentó Ferri.

«Gracias por ponerme tan fácil hacer este discurso», concluyó el síndic dirigiéndose a la bancada del Consell.