El debate de política general (equivalente al nivel valenciano del del estado de la nación del Congreso de los Diputados) ha comenzado a las 10.30 horas de hoy con un minuto de silencio en memoria de Blas Gámez Ortiz, el policía asesinado ayer en València por el sospechoso de un descuartizamiento al que iba a identificar. Tras el homenaje, la cámara autonómica ha comenzado el debate.

Este año, el debate de política general parece destinado a quedar en un segundo plano en la actualidad política. El año pasado fue el abandono de la exalcaldesa de València Rita Barberá del PP (asediada por las investigaciones del caso Taula) el que restó protagonismo al discurso anual del presidente de la Generalitat en las Corts. El procés soberanista catalán amenaza este año con devorar el balance de gestión y los planteamientos de gobierno que pueda hacer Ximo Puig. No será una sorpresa que el pretendido referéndum del 1 de octubre y el proyecto catalán de desconexión de España aparezca hoy en las alocuciones de los representantes políticos valencianos.

Puig, ayer mismo, ya habló del proyecto independentista. «Hay que buscar vías de diálogo, de acuerdo y de superar la confrontación», si bien «no se puede construir una legalidad destruyendo la legalidad», afirmó.

Por otra parte, PP y Ciudadanos han incluido en su argumentario la exigencia al socio de gobierno, Compromís, de que se posicione sobre el referéndum. Una manera de hurgar en el perfil nacionalista de una parte de las bases de la coalición.

El jefe del Consell llega a su penúltimo debate de política general en una posición sólida y con un gran objetivo debajo del brazo: una reforma del modelo de financiación autonómica que ponga fin a la discriminación histórica de la Comunitat Valenciana.

La mayor unanimidad sobre este desafío y cómo conseguirlo será uno de los ejes de la jornada de hoy, a la que la líder de la oposición, Isabel Bonig, llega afianzada en el PP después de virar su estrategia y abandonar posiciones marcadamente reivindicativas frente al Gobierno central.

El nuevo portavoz del PSPV, Jorge Rodríguez, dio ayer pistas del espíritu del parlamento de Puig. Todos los indicadores están mejor que en 2015 y todo lo logrado esté en peligro por la falta de una financiación justa, será el eje argumental del jefe del Consell.

El debate de hoy cuenta con una novedad doble. Podemos y Ciudadanos, los partidos más jóvenes en la cámara, se presentan con nuevos portavoces, Antonio Estañ y M.ª Carmen Sánchez, respectivamente.

Los morados llegan con una línea más crítica hacia el Consell sin cuestionar su apoyo externo. Así, ya han anunciado que abogarán por el fin de las diputaciones y la apuesta por la comarcalización. En este punto parece que se sitúan al lado de Compromís.

Mientras, quienes no tendrán voz en el debate son los diputados díscolos de Cs, encabezados por el exportavoz del grupo, Alexis Marí. Este lamentó ayer la exclusión en redes sociales: «Yo también soy representante del pueblo valenciano», se quejó. No será tampoco una sorpresa si hoy se hacen notar.