Mari Carmen Sánchez se estrenó ayer como nueva síndica de Ciudadanos en un debate de Política General con una dura intervención hacia el Ejecutivo de Puig, toda una declaración de principios de un grupo que aspira a ser referente de la oposición y a superar su crisis interna.

«Este Consell no resuelve los problemas, los crea», denunció Sánchez, quien centró sus críticas en la política educativa del Consell y en el conseller de Educación, Vicent Marzà por haber protagnizado el inicio de curso más «caótico y desastroso» que se recuerda con el «decretazo del plurilingüismo». De hecho, pidió a Puig que sea «valiente» y lo destituya del Consell:

La síndica, visiblemente nervisosa, aunque con un discurso contundente, reconoció que en 2015 fue necesario un cambio de gobierno para dejar «atrás la étapa oscura, de despilfarro y saqueo» de la gestión popular.

Ahora bien, a Ciudadanos no le convence la gestión del bipartito: «Hemos pasado del Consell de la corrupción al de la improvisación», aseguró Sánchez, quien también afeó a Puig sus incumplimientos y lo acusó de engañar a sus votantes. «Los valencianos esperaban más, es un claro fraude político», sostuvo.

«No ha habido cambio de modelo productivo, ni reforma educativa, ni regeneración, ni se han acabado con las listas de espera», indicó a modo de ejemplo. Para la síndica los problemas están creciendo, mientras que Oltra «va de plató en plató». «Han pasado del Consell del cambio al Consell de más de lo mismo, del enchufismo, de puertas giratorias y más asesores», indició.

Con el conflicto catalán como telón de fondo, Sánchez sostuvo que Puig está dando alas al nacionalismo más reaccionario de Compromís y se ha convertido en su «rehén». Sánchez lamentó también que Puig carezca de un plan b para abordar el problema de la financiación y se refirió a la nueva RTVV que calificó de «chapuza». «Los valencianos no quieren un nuevo Canal 9, pero tampoco una TV3», manifestó.