El Ayuntamiento de València es partidario de una tasa turística en la ciudad, pero discrepa de la forma en la que se ha planteado, sin contar con los ayuntamientos y sin contar con el sector. Así lo aseguró ayer la primera teniente de alcalde y concejala de Turismo, la socialista Sandra Gómez, después de reunirse con el sector y acordar la creación de una comisión para debatir y consensuar esta medida antes de ponerla en marcha.

En realidad, Gómez no está cómoda. Entiende que Podemos hiciera una propuesta de este tipo en el debate sobre la Comunitat para frenar el turismo después de un verano cargado de polémicas relacionadas con el sector «en otras ciudades que no son València», advirtió la concejala.

Pero no entiende la premura con la que la secretaría autonómica de Hacienda, Clara Ferrando (Compromís), ha anunciado la medida, sin contar con los municipios ni con el sector turístico, que es el que tiene que aplicarla y cargar con sus consecuencias, dijo. «No estamos de acuerdo con imponer esta tasa sin contar con nadie. Aquí no lo vamos a hacer de esa forma», anunció.

En esa dirección, ayer se reunió con algunos representantes del sector turístico, en el seno del cual hay «diversidad de opiniones» y se acordó crear una comisión para debatir y acordar la aplicación de la medida. Gómez reclamó además autonomía municipal, «que sea cada consistorio el que diga cómo, cuándo y por qué». Y pide que «el dinero que entra en València no salga de València».