Un barco pesquero con base en València atrapó ayer entre sus redes un proyectil de la Guerra Civil cuando faenaba a varias millas al noreste de València, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia.

Los pescadores se dieron cuenta de la presencia de la bomba, que al parecer seguía sin detonar 80 años después de haber sido lanzada, muy cerca de la costa, cuando seleccionaban y cargaban en cajas los peces capturados en sus redes durante la jornada.

De inmediato, el capitán de la embarcación llamó a Capitanía Marítima y alertó del hallazgo. En ese momento, se encontraba a unos 20 minutos de la escollera norte del puerto de València, navegando con rumbo sur.

El pesquero recibió la instrucción de desplazar la embarcación hacia el puerto valenciano y de quedarse fondeado a unos 10 metros de los muelles, sin entrar en el recinto portuario. Los trabajadores fueron evacuados y el pesquero quedó bajo la custodia del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

Sin embargo, serán artificieros de la Armada los encargados de realizar hoy una explosión controlada del artefacto, un proyectil costero. El Grupo Especial de Desactivación de Explosivos (GEDE), que tiene su base en Cartagena, fue avisado ayer y hoy acudirá a detonar el obús.

Baterías de costa

Dadas las características del proyectil, los expertos que lo examinaron ayer han concluido que se trata de uno de los obuses que disparaban las baterías de costa republicanas para repeler los bombardeos de los barcos de las tropas sublevadas, tanto las franquistas como las que envió a lo largo de toda la guerra el dictador italiano benito Mussolini.

De hecho, es relativamente frecuente el hallazgo de este tipo de artefactos, que se vuelven muy inestables y peligrosos por la degradación tanto de su estructura metálica como los componentes químicos explosivos. Cuando ese tipo de bomba aparece en el mar, siempre son los artificieros de la Armada los encargados de trasladar el obús mar adentro y detonarlo de manera controlada.