El IVO se descuelga de la sanidad pública. El patronato de la Fundación del Instituto Valenciano de Oncología ha decidido frenar la firma del contrato con la Conselleria de Sanidad en virtud del cual iba a prorrogar la atención a pacientes de la red pública otros tres años. Hoy viernes, 22 de septiembre, concluye el plazo para que el centro de referencia en atención oncológica, único que se había presentado al concurso, renovara la concesión. Tenía la adjudicación provisional desde julio. Hoy debía firmarse la definitiva.

Y, sorprendentemente, en una larga reunión celebrada hace una semana, el patronato ha decidido no asumir el contrato. Consultados por Levante-EMV, varios patronos rechazaron ayer valorar la decisión. Por su parte, el director general y ex conseller de Sanidad con el PP, Manuel Llombart, eludió comentar las decisiones del órgano rector, al que no pertenece. Se limitó a señalar que el IVO busca «abrirse a nuevas vías» de negocio, pero mantiene el «interés en seguir colaborando con la Conselleria de Sanidad».

Era un concurso a medida del IVO. Tras meses de tensas relaciones entre administración y fundación, la crisis se recondujo y el pasado junio se licitaba finalmente un contrato para la atención integral a 30.000 pacientes al año por un importe de 53,78 millones.

Es una cantidad mayor que los 40 millones al año de anteriores contratos, pero por debajo de los 60 millones que se acababan abonando por los pacientes asumidos al ser centro de libre elección.

Los pliegos del nuevo concurso, válido por tres años y prorrogable hasta diez, dejaban el camino despejado a la institución que dirige desde el pasado junio el exconseller Llombart. El texto especificaba que solo podían concurrir las entidades públicas o privadas sin ánimo de lucro, lo que cerraba las puertas a los operadores de salud privada. Sin embargo, las condiciones incluían algunos aspectos que disgustaban a Llombart: los pacientes ya no pueden elegir centro sino que deben ser remitidos por la red de salud pública (desde el 1 de enero ha caído un 40% la llegada de nuevos pacientes, lamenta la institución). La conselleria habría aceptado algunas peticiones del centro encaminadas a facilitar la recepción de pacientes.

De concluir el día de hoy sin que el IVO firme, la conselleria se queda sin su apoyo para atender a pacientes oncológicos valencianos. En ese caso los hospitales de la red pública asumen todos los pacientes y se licitaría un nuevo contrato para que una empresa privada participara en la realización de pruebas diagnósticas y otras operaciones complementarias. Los enfermos que hoy están en tratamiento integral en el IVO continuarán bajo su control y Sanidad se hará cargo de la factura.

¿Pulso a Puig o giro empresarial?

Está por ver, en cualquier caso, si este plantón forma parte de una estrategia de presión para mejorar las condiciones del contrato o se trata de una decisión de una institución que, tras el regreso del Llombart, quiere desengancharse de un único cliente en busca nuevos horizontes en alianza con operadores, en línea con el avance de la sanidad privada.

La reciente alianza del Instituto Valenciano de Infertilidad con un socio americano, la entrada de capital chino en Clínica Baviera, la expansión del grupo Vithas en la C. Valenciana o el crecimiento de Imed Hospitales evidencian el margen de crecimiento de un sector que, con tecnología y buenos profesionales puede despertar interés del público extranjero.