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Urbanismo

El Consell quiere acabar con los 2.000 "planes fantasma" de suelo urbanizable

Territorio hará un censo de PAI no ejecutados y tramita una reforma de la ley urbanística para facilitar su reversión a suelo rústico

Torres Febex a medio construir en Canet d'En Berenguer (El Camp de Morvedre). daniel tortajada

La Conselleria de Vertebración del Territorio ha licitado por 70.000 euros la realización de un inventario para obtener una radiografía exacta del suelo urbanizable (suelo rústico pero incluido en un plan urbanístico) en la Comunitat Valenciana. Aunque actualmente existe una tímida reactivación de la construcción, aún existen multitud de programas de actuación integrada (PAI) «fantasma» a los que pilló la crisis y llevan años sin ejecutar.

Una situación que pretende abordar el departamento que dirige Maria José Salvador mediante la modificación de la ley de ordenación del territorio, urbanismo y paisaje (Lotup) para introducir nuevos mecanismos que permiten actuar en los casos de urbanizaciones sin acabar.

La tarea es ingente. Y en este trabajo de recopilación de la estadística urbanística, los ayuntamientos no siempre colaboran a la hora de facilitar la información de la situación detallada en la que se encuentran los planes urbanísticos tramitados durante el «boom» del ladrillo.

Según calculó en 2013 la Conselleria de Territorio, unos dos mil planes urbanísticos se tramitaron entre 2003 y 2012. Estos dos millares de figuras urbanísticas (como los famosos PAI aunque también se refiere a planes generales, parciales o de reforma interior) preveían reclasificar (convertir suelo rústico en urbanizable) un total de 13.913 hectáreas, equivalente a 18.929 campos de fútbol como el de Mestalla.

En 2014, el catedrático de Geografía, Eugenio Burriel, calculó que los municipios valencianos acumulaban 51.999 hectáreas de suelo para construir 1,8 millones de viviendas en los próximos 38 años.

Por eso el objetivo de la Conselleria de Territorio es tener una visión real de en que situación física y administrativa se encuentra este suelo para poder planificar las necesidades reales de vivienda y desatascar planes que llevan hasta décadas paralizados.

El anteproyecto de modificación de la Lotup prevé diferentes soluciones para que actúen los ayuntamientos, como la reversión de la reparcelación, también conocida como reparcelación inversa, a los efectos de posibilitar que los terrenos de determinadas actuaciones urbanísticas puedan volver al estado inicial antes de su programación urbanística.

Para otros supuestos establece medidas que posibilitan la culminación de las actuaciones urbanísticas, especialmente las más avanzadas en las obras, mediante la flexibilización de plazos, el posible fraccionamiento de las actuaciones y la agilización de la gestión urbanística por los ayuntamientos.

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