Pregunta (P): Dr. Guillem, ¿qué acredita exactamente la certificación otorgada por ASCO?

Respuesta (R): ASCO y QOPI (su Iniciativa de Calidad Asistencial) son un referente de excelencia a nivel mundial en el ámbito de la oncología. La certificación es fruto del trabajo de muchos meses y de mucho esfuerzo, pero del que estamos tremendamente orgullosos. No solo por lo que representa a nivel clínico en cuanto a acreditación de nuestro servicio como servicio «de excelencia» sino por lo que representa también para los pacientes el saber que están en manos de un equipo de profesionales que cumplen estándares de calidad establecidos por una entidad de reconocido prestigio mundial como es ASCO (Sociedad americana de oncología clínica). Esta certificación evalúa a los centros, que de manera voluntaria lo deseen, bajo unos parámetros internacionales con el fin de conocer los estándares de calidad y seguridad de los centros hospitalarios en material asistencial. La certificación demuestra el compromiso con la calidad y la seguridad en la atención a los pacientes con cáncer, así como con un proceso continuo de mejora.

P: ¿Cuáles han sido los pasos para para la obtención de la certificación de excelencia?

R: En una primera fase realizamos una prueba piloto para conocer en qué punto estábamos y a partir de ahí comenzar a trabajar nuestra propia autoevaluación. Tras superar esta primera fase de autoevaluación, un equipo de profesionales del Instituto Valenciano de Oncología hemos estado, durante unos meses, analizando, supervisando y mejorando aquellas prácticas y rutinas que llevamos a cabo en nuestro día a día. Posteriormente, un equipo de ASCO se trasladó a nuestro hospital durante una semana, para realizar el proceso de auditoría y confirmar que cumplíamos con los estándares de calidad y seguridad establecidos por la sociedad americana. En España, han sido acreditados 3 hospitales: el Instituto Valenciano de Oncología, el Hospital General y el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

P: ¿Cuáles han sido los aspectos evaluados?

R: Hemos evaluado aspectos tan distintos como la organización del Servicio en sus aspectos asistenciales, docentes y de investigación, la planificación de los tratamientos, la seguridad en la manipulación y administración de la quimioterapia, la capacitación y formación del personal (médicos, enfermeras y farmacéuticos) o el seguimiento y evaluación del bienestar del paciente, etc€ Este proceso sigue unas directrices marcadas a nivel internacional que contribuyen a garantizar una calidad asistencial en beneficio de los pacientes.

P: ¿Qué significa para la institución la obtención de la certificación que acredita la «excelencia»?

R: Refuerz el compromiso de nuestra institución con la calidad en la atención al paciente oncológico. Es nuestro deber como profesionales ofrecer una asistencia de excelencia para los pacientes y esta acreditación nos anima a seguir trabajando en este camino. Las instituciones sanitarias deben estar igual de orgullosas que nosotros de contar con hospitales que han sido acreditados, por ASCO, como de excelencia en la asistencia oncológica.

P: ¿Qué supone la certificación para los pacientes?

R: Para los pacientes es muy importante sentirse seguros y acompañados en un proceso tan duro como es ser diagnosticado de cáncer. Esta acreditación les da un plus de confianza en que el servicio donde va a ser tratado cumple los requisitos de seguridad para el paciente y los criterios de excelencia en la asistencia definidos por la Sociedad Americana de Oncología.

P: ¿Qué sintió cuando recibió el pasado viernes la certificación de la mano de Clifford A. Hudis, CEO de ASCO, y Bruce Johnson Presidente de ASCO?

R: Para nosotros ha sido la recompensa al trabajo de muchos años y estamos tremendamente satisfechos de formar parte de ese grupo de servicios oncológicos de excelencia. Sin embargo, el trabajo no acaba aquí ahora tenemos que mantener esos estándares de calidad. Poder recibir este reconocimiento de personas de gran prestigio mundial como son el Presidente y el CEO de ASCO nos llena de satisfacción y nos anima a seguir trabajando en esta línea.

P: Los expertos coinciden en la necesidad de una oncología de precisión, ¿podría explicarlo?

R: El cáncer es una enfermedad producida por alteraciones moleculares en los genes. Los avances producidos en los últimos años en el campo de la biología molecular y de la genética, están permitiendo conocer las alteraciones moleculares implicadas en el desarrollo de un cáncer y esto está teniendo implicaciones claras tanto en el diagnóstico como en el pronóstico y tratamiento de esta enfermedad. Hoy sabemos que el cáncer son más de 200 enfermedades distintas y que cada paciente y cada tumor son únicos. La oncología personalizada, también llamada oncología de precisión, consiste en tratar a cada paciente por las alteraciones moleculares que presente y no por el órgano donde se haya desarrollado el tumor. Se trata de atacar de una manera precisa los genes causantes del cáncer en un paciente concreto. De esta manera podemos ofrecer a cada paciente el tratamiento más idóneo y evitar tratamientos poco eficaces, con efectos secundarios importantes y de alto coste.

P: Otra de las bazas en esa lucha es la investigación genética. ¿En qué punto estamos?

R: La investigación genética es fundamental para conocer las alteraciones moleculares que pueden ser trasmitidas (como el BRCA1 y BRCA2, en el caso de cáncer de mama y ovario) y con ello podemos actuar sobre todo a nivel preventivo. Pero es importante distinguir entre enfermedad genética (enfermedad producida por alteraciones en los genes), como es el caso del cáncer y enfermedad hereditaria, donde estas alteraciones se heredan de padres a hijos y aumentan el riesgo de padecer una enfermedad.

P: ¿En qué punto se encuentra la oncología y cuáles son los mayores retos?

R: La oncología es una especialidad muy joven, que se ha desarrollado muy rápido y en la que hay una gran actividad investigaciónal, por lo que hay que estar continuamente al día. Hay dos aspectos que están revolucionando nuestra especialidad. A nivel tecnológico la biopsia liquida y a nivel terapéutico la inmunoterapia y las terapias dirigidas. Podemos decir que la inmunoterapia y las terapias dirigidas son ya 0una realidad, que están ofreciendo buenos resultados en el tratamiento de muchos tumores y cambiando el pronóstico de algunos canceres de muy mal pronóstico, como el cáncer de pulmón y el melanoma, en el que estamos empezando a ver un porcentaje importante de largos supervivientes, incluso en pacientes con enfermedad diseminada. Sin embargo, nos quedan todavía retos importantes que superar como sensibilizar a la población sobre hábitos de vida nocivos (tabaco y obesidad) y el diagnostico precoz, reorganizar la asistencia oncológica y trabajar en red, con grandes centros de referencia, continuar la investigación en busca de biomarcadores que nos predigan que pacientes van a responder a un tratamiento y cuáles no y dado el elevado coste de los fármacos conseguir una oncología sostenible.