El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha reivindicado hoy el Consell Jurídic Consultiu (CJC), que "ha mejorado la calidad de la democracia" del autogobierno de los valencianos, y ha alertado de que "cualquier proceso de recentralización irá en contra del interés general" ciudadano.

Puig se ha pronunciado así en el Palau de la Generalitat, durante el acto en el que han tomado posesión los tres nuevos miembros del CJC (Enrique Fliquete, Joan Carles Carbonell y María del Carmen Pérez) y ha prometido el cargo como presidenta de la institución Margarita Soler.

El presidente ha recordado que, "en momentos de tensiones en el Estado autonómico", se ha hablado de la desaparición del CJC y de otras instituciones estatutarias, y ha aseverado que eso sería "un retroceso absolutamente erróneo y negativo para el interés del autogobierno de los valencianos".

Puig ha indicado que esta institución estatutaria, que elabora 800 dictámenes, es "fundamental" para fortalecer el autogobierno valenciano, que ya es "mayor de edad" y ha generado una capacidad legislativa "potente", y ha pedido el trabajo conjunto de todos para que ese autogobierno sea "de calidad y lo más fuerte posible".

"Sin Estado de derecho no hay democracia, obviamente; sin capacidad de convivir con unas reglas, es imposible avanzar", ha afirmado Puig, quien ha resaltado que la leyes también están para ser "cuestionadas" en su momento, en sede parlamentaria y buscando "las mejores fórmulas de encaje de una sociedad".

Además, el presidente se ha mostrado "especialmente orgulloso" de que por primera vez una mujer presida el CJC, ya que es necesario hacer efectiva la igualdad entre hombres y mujeres en la Comunitat Valenciana. Asimismo, ha agradecido la labor del presidente en funciones del CJC, José Díez, ya que "las transiciones siempre son complicadas" y ha puesto su "talante dialogante y a favor de la institución" por delante de cualquier cuestión, así como el trabajo del anterior presidente, Vicente Garrido, por su labor de "consolidación" de este organismo.

La nueva presidenta del CJC, Margarita Soler, ha afirmado que es un "honor inmenso" asumir este cargo, en el que le han precedido Emilio Attard, Carlos Climent, Vicente Garrido y, en los últimos meses de manera interina José Díez, y ha recordado que el objetivo de esta institución es "ayudar a preservar el Estado de derecho", que es la garantía de la libertad y la democracia.

Soler ha indicado que, para cumplir sus funciones, el CJC requiere sobre todo de "calma, mucho estudio y tranquilidad", y ha reivindicado la importancia de esta institución, a la que se atribuye "una tarea precautoria, previa al proceso final de decisión normativa".

Ha explicado que espera que el trabajo y el esfuerzo de los consejeros contribuya a "la mayor pulcritud jurídica del quehacer normativo de la Generalitat", y ha defendido que, sin el Derecho y sus instituciones, la igualdad y la libertad de los ciudadanos "no sería posible".

Carbonell ha prometido su cargo en valenciano y tanto Pérez como Fliquete lo han jurado en castellano. Este último ha protagonizado además la anécdota del acto, ya que por error ha dicho que juraba el cargo de presidente, aunque enseguida lo ha corregido por el de consejero.