Es difícil no darse cuenta de la proliferación de banderas de España que se está dando en los balcones de València. Es una de las reacciones a la situación política que se vive en Cataluña, como el auge en la venta de rojigualdas o de esteladas allí. El conflicto está impregnando la sociedad y las autoridades valencianas temen que la tensión que se está viviendo desde hace más de una semana en las calles catalanas se traslade a las del cap i casal durante la celebración del 9 d´Octubre.

Existe una preocupación real por parte no solo de Presidencia de la Generalitat. También los partidos políticos que sustentan el ejecutivo valenciano, PSPV y Compromís, temen que el ambiente esté más caldeado que de costumbre y se produzcan altercados entre manifestantes de la marcha reivindicativa organizada tradicionalmente por fuerzas de izquierda y grupos de extrema derecha.

La presencia de estos últimos en la manifestación del 9 d´Octubre es habitual. Aunque en los últimos años su representación se ha limitado a un reducido grupo (lejos quedan aquellas confrontaciones de la batalla de València), es recurrente que se registre algún incidente cuando aparecen. Según fuentes de la Generalitat consultadas, hay distintos «puntos calientes» en el recorrido que, este año, preocupan más que en diadas anteriores.

La actividad de grupos de extrema derecha se ha reavivado en las últimas semanas, al tiempo que las manifestaciones de apoyo al proceso independentista en Cataluña iban apareciendo. Quizá el momento de más tensión se vivió en uno de estos actos, celebrado en el Teatre Micalet de València, cuando fuera se concentraron decenas de ultras. Los que se encontraban en el interior del teatro criticaron la falta de policía.

Lo que hace un año era residual, la confrontación entre los elementos más radicales, puede no serlo este, sostienen las fuentes consultadas. El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, se comprometió en la última junta de seguridad local que el dispositivo para la marcha de este año iba a ser igual que el de la anterior.

Sin embargo, a la Generalitat le inquieta que pueda no haber recursos suficientes. Especialmente cuando hay muchos agentes desplazados a Cataluña, entre ellos, todos los especialistas en contener disturbios callejeros, por lo que temen que en un momento como el 9 d´Octubre, coctelera de emociones, el asunto se les pueda ir de las manos.

«Que Puig hable con Puigdemont»

Las réplicas del terremoto catalán afectarán a la diada valenciana de manera indefectible. Según se dejó entrever ayer, es probable que el mismo lunes 9 de octubre se apruebe la declaración unilateral de independencia en el Parlament catalán.

Es un hecho que no le gusta nada al PP valenciano, formación que está dispuesta a apretar al Botànic con este asunto. Así, la secretaria general del PPCV, Eva Ortiz, instó ayer al jefe del Consell, Ximo Puig, a «proteger el 9 d´Octubre, día grande la Comunitat, de cualquier injerencia separatista».

Ortiz instó al jefe del Consell a que hable con su homólogo catalán. «Ese pleno es un paso más en un camino de ilegalidades y órdagos que ha fracturado la convivencia y la Comunitat Valenciana no debe, ni puede, ver alterado su día por lo que pase en Cataluña», manifestó.

«El 9 d´Octubre es un día de orgullo para los valencianos», indicó Ortiz, que señaló que Puig «tiene una oportunidad de oro para dirigirse a los valencianos en defensa de nuestra identidad».