Pedro Agramunt cede. Esta mañana ha presentado su carta de dimisión como presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE, en sus siglas en inglés). Alega motivos personales y de salud, además de la "difícil gobernabilidad y crisis" en la que está inmersa esta organización, germen de las instituciones europeas y dedicada en la actualidad a tareas diplomáticas fundamentalmente.

La "crisis" estalló la primavera pasada, después de una visita del senador valenciano a Siria junto con una expedición de diputados rusos que incluyó un encuentro con el presidente Bachir Al Assad. Fue pocos días antes del ataque con armas químicas que dejó un centenar de muertos y provocó una gran alarma internacional.

Agramunt ha defendido desde aquel momento que su viaje no era de apoyo al régimen sirio, sino de promoción de la paz en un territorio en conflicto.

No fue entendido así por un gran número de miembros de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que iniciaron de inmediato un proceso para la destitución del veterano político del PP valenciano. Este ha argumentado que se ha encontrado en el centro de una pugna de países del antiguo bloque del Este contra Rusia.

Finalmente, Agramunt ha decidido dar un paso al lado. Continuará como un miembro más de la delegación española en la PACE, precisa en su escrito.

Esta institución debe comenzar en los próximos días su última sesión de las cuatro que realiza al año. Iba a ser la última presidida por el senador, que en enero debía dejar el cargo.