Los cinco grandes Premios de Fórmula 1 celebrados en València entre 2008 y 2012, que no iban a costar «ni un euro» pero que sangraron las arcas públicas valencianas con casi 300 millones de euros, tuvo un gran «director de orquesta» que fue el entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps. El «molt honorable» entre 2003 y 2011 fue, según la Unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, «el líder del proceso de negociación» con el magnate de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone. Ambos se reunieron en catorce ocasiones entre 2006 y 2011. Y para facilitar que los monoplazas rugieran por las calles dels Poblats Marítims se «dibujó un escenario para la ejecución del proyecto que pasó por la interposición de un promotor privado», la empresa Valmor Sport (participada por Bankia, el empresario Fernando Roig y el piloto Jorge Martínez Aspar).

Valmor fue un fiasco desde el minuto cero, según la información recopilada por los investigadores en el último año, bajo secreto del sumario. «El devenir del proyecto [de la Fórmula 1 en València] puso de manifiesto la incapacidad de la empresa para llevarlo adelante ni desde el punto de vista organizativo, ni de ejecución material, ni financiero, limitándose a ir cediendo a terceros la realización de las funciones» necesarias para organizar las carreras de Fórmula 1 en las calles de València.

Y cuando la pésima situación financiera de la empresa «la abocaba al concurso de acreedores, [Valmor] solicitó el rescate de la Generalitat aduciendo el quebranto que las penalizaciones acarrearían al erario público» si no se celebraban las pruebas automovilísticas, señala la UDEF en el último informe aportado a la causa que investiga al expresidente Camps, a la exconsellera Lola Johnson y al expiloto Jorge Martínez «Aspar» por los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y delito societario. Las pesquisas han permanecido un año secretas para analizar la información obtenida de quince discos duros requisados en Circuit del Motor, la Sociedad proyectos temáticos de la Comunitat Valenciana (SPTCV) y la dirección general de Tecnologías de la Información de la Generalitat el año pasado.

Los investigadores han tenido acceso a 105.000 correos intercambiados entre trabajadores de Circuit del Motor, SPTCV, Presidencia de la Generalitat y varias «conselleries», además de los conocidos despachos de abogados Broseta y Garrigues para artícular el entramado jurídico y administrativo que permitió a Valmor organizar los cinco grandes premios de Fórmula con cargo a los presupuestos públicos que pagaron las empresas Circuit del motor y la SPTCV. Ambas llegaron a estar en quiebra técnica por la sangría que supuso la Fórmula 1 en València, según recoge la información recopilada por la UDEF.

Los discos duros requisados y destripados también han revelado los desvelos del equipo de comunicación de Presidencia de la Generalitat y de varias conselleries para torpedear la tarea de fiscalización de los entonces partidos en la oposición: PSPV-PSOE, Compromís y EU, que acabaron denunciando ante la Fiscalía de València todos estos hechos. Las respuestas parlamentarias a los diputados se «cocinaban» bajo la batuta de la exsecretaria autonómica de Organitzación, Coordinación y Relacions Institucionals, Esther Pastor, nombrada por Alberto Fabra en colaboración con los asesores de prensa de varias conselleries. Los correos que intercambiaban aludían a que se preparaban «dos opciones» de respuestas: «la sincera y la otra». Un ejemplo. Los costes totales de la Fórmula 1, sólo en 2011 ascendieron a 26,5 millones de euros, como se reconocía en la «Opción A» de respuesta «sincera» pero la versión que se daba a los diputados de la oposición como como «Opción B» o «la otra» versión era que suponía un pago de 16,9 millones de euros además de «costes» varios sin detallar.

Por último, la investigación también confirma la «relación personal de amistad» que unía a Camps con Aspar, según han declarado varios testigos. Una fraternidad que fructificó en 1,9 millones de patrocinios para el empresario alcireño entre 2007 y 2012 sólo de la Generalitat Valenciana. E, incluso, que intentara convencer a Camps para que «privatizase la sociedad Circuit del Motor» (responsable de gestionar el circuito de Cheste) «con el fin de obtener la gestión de la misma». Al final «sólo» logró gestionar los grandes premios de Fórmula por lo que se autoimpuso un salario de 100.000 ? anuales en Valmor.