Un hombre de 41 años de edad y vecino de València fue detenido ayer tarde por agentes de la Brigada de Información de la Policía Nacional en el marco de la investigación que se está llevando a cabo por las agresiones que un grupo de ultras infligieron a manifestantes de la marcha reivindicativa del pasado 9 d'Octubre.

Según informaron fuentes de toda solvencia a Levante-EMV, se trata de un vecino de la ciudad que, tras ser citado para declarar en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía, fue puesto en libertad con cargos. En concreto, se le acusa de los delitos de desórdenes públicos, impedimento del ejercicio de derechos fundamentales y de odio.

Según explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno, no se descarta que en las próximas horas y días continúen las detenciones, después de que los especialistas en grupos radicales de la Policía Nacional hayan identificado a alrededor de una decena de los ultras que, de una u otra manera, participaron en las agresiones a los participantes de la tradicional manifestación de la 'diada' valenciana.

La Fiscalía, por su parte, abrió diligencias de oficio ayer por la mañana tras la avalancha de imágenes e información que fluye por los medios y las redes sociales desde los ataques del pasado lunes. La Policía ya habría aportado un primer informe con la cronología de los hechos y otros datos relativos al operativo policial. Añadieron que de momento no se han registrado denuncias ni "hay constancia de heridos", aunque distintos agredidos informaron a este periódico de las distintas lesiones sufridas y su intención de llevar el caso ante la justicia.

Y en solidaridad con los heridos y agredidos, física y verbalmente, así como para condenar los hechos, se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno centenares de protestantes convocados por Arran, Endavant y Gatzara. Pedían la dimisión del delegado Juan Carlos Moragues "por la pasividad de la policía y la impunidad con la que actuaron los neonazis", explicó uno de los portavoces de la manifestación.

Bajo el lema "Feixisme ni a València ni enlloc", los asistentes clamaron contra la "permisividad con la que actuaron, a plena luz del día y a cara descubierta". Mencionaron explícitamente a los Yomus y a España 2000 como protagonistas de esa violencia y pidieron al Gobierno que no dé "carta blanca al 'a por ellos'".

Durante el acto, que comenzó a las 19.00 horas en la calle Colón, se escucharon proclamas como "cap agressió sense resposta" o "València serà la tomba del feixisme". También hubo cánticos en recuerdo de Guillem Agulló, el joven asesinado por neonazis en 1993. "Guillem Agulló, ni oblit ni perdó", corearon.

Al finalizar la concentración, como ya ocurriera el pasado 9 d'Octubre, la policía recomendó a los participantes que abandonaran el lugar en grupos, para evitar más asaltos de posibles ultras, aunque ayer no hubo presencia visible de ellos durante la concentración.

Mientras, el acuerdo para una declaración institucional en las Corts contra las agresiones no será fácil. Podemos y Compromís preparan un texto pero el PP quiere que se incluya una mención al trabajo de Guardia Civil y Policía Nacional.