La Policía Nacional ya ha detenido a ocho presuntos implicados en las agresiones, insultos y vejaciones protagonizadas por grupos de ultraderecha contra manifestantes y periodistas en la marcha organizada por la Comissió 9 d´Octubre bajo el lema «Sí al valencià» el lunes de la semana pasada. Los últimos cuatro arrestos se produjeron ayer, dentro de la investigación abierta por la Brigada de Información, entre cuyas competencias está el control de los grupos radicales.

Entre los detenidos el pasado viernes se encuentra, además de Vicente Javier E. C., el yomus readmitido el pasado agosto por el Valencia Club de Fútbol tras su expulsión junto con otra cuarentena de radicales, otro ultra conocido por la policía. Se trata de Néstor F. C., arrestado en mayo de 2014 por supuestamente participar en la agresión a cinco jóvenes -cuatro de ellos menores de edad- que habían acudido a les «trobades pel valencià» que se celebraron aquel año en Benirredrà. El acusado pertenecía, al menos en aquel momento, al grupo de seguidores ultra del Gandia C. F. conocidos como los Gandiblues.

De los ocho detenidos, siete son españoles y uno, rumano, y varios de ellos están ligados a grupos radicales vinculados con clubes de fútbol.

Según ha podido saber Levante-EMV, los ocho sospechosos están acusados de delitos de odio, desórdenes públicos y relativos al ejercicio de los derechos fundamentales, ya que impidieron supuestamente el normal desarrollo de la tradicional marcha que convoca cada año la Comissió 9 d´Octubre por las calles de la ciudad.

Tal como ha venido contando este diario, las agresiones fueron cometidas por grupos de ultras que rodearon a varios de los manifestantes media hora antes del inicio de la marcha. Las principales agresiones las sufrieron dos de los participantes en la manifestación y un redactor gráfico, y fueron grabadas y fotografiadas por numerosas personas y por todos los medios de comunicación que habían acudido a cubrir el acto, muchos de cuyos representantes también fueron amenazados e insultados.

Al día siguiente, la fiscal jefe del Tribunal Superior Justicia de la Comunitat Valenciana abrió diligencias de investigación penal de oficio, y se reunió con la policía para conocer los primeros detalles del atestado policial. De momento, los detenidos están quedando en libertad con cargos tras su paso por la Jefatura Superior de Policía, pero a disposición del juzgado que finalmente asuma la causa cuando la fiscal de delitos de odio entregue las diligencias que está elaborando la Policía Nacional.

Por su parte, Movimiento contra la Intolerancia presentó ayer ante la Fiscalía un escrito en el que le han pedido que, si procede la denuncia, la acumulen a las diligencias ya abiertas, y estudia la posibilidad de personarse como acusación particular si la causa prospera. A su juicio, además del delito de odio y el de coartar el derecho de manifestación, también podría existir el de asociación ilícita, dado «el nivel de coordinación y organización» de los ataques, ha remarcado el presidente del colectivo.