Un gobierno de coalición como el que en estos momentos se encuentra instaurado en la Comunitat Valenciana obliga a sus integrantes, en ocasiones, a tener que hacer malabares para no romper ese hilo que sostiene su estabilidad y que pone a prueba su resistencia en ocasiones.

La postura de cada formación en la decisión del Gobierno del PP en España de intervenir Cataluña es uno de esos ejemplos en los que el Pacte del Botànic debe demostrar si, como dicen sus integrantes, está a prueba de bombas.

El presidente de las Corts, Enric Morera, aseguró ayer que Compromís, al contrario de lo que estudia hacer Podemos, no va a pedir ninguna medida contra aquellos senadores valencianos que decidan dar su apoyo a la aplicación del artículo 155 para la intervención del Estado en Cataluña.

El dirigente nacionalista recordó ayer, en conversación con Levante-EMV, que el PP cuenta, desde las elecciones del verano del 2016, con abrumadora mayoría absoluta en el Senado y que, por tanto, el voto en contra de los senadores valencianos «no tendría ninguna consecuencia» en el resultado final.

Su partido está en contra de la aplicación de las medidas que propuso Rajoy, mientras que el PSPV no se plantea votar en contra de la aplicación del 155 y el PSOE es uno de los partidos que ha mostrado su apoyo sin fisuras a que el Estado actúe de forma muy dura contra el Govern de la Generalitat de Cataluña.

Para Morera, que la posición de algunos sectores del PSPV sea contraria a la de Compromís no va a suponer ningún problema en la relación que los dos partidos mantienen al frente del gobierno valenciano. «La prioridad es mantener la estabilidad del Ejecutivo», señaló.

Así, el también secretario general del Bloc cree que «más allá de que cada uno pueda expresar su opinión, lo importante es seguir el mandato del Botànic e ir solucionando los problemas del pueblo valenciano», indicó.