El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, asegura que, "en estas horas cruciales que vive España, lo que más necesita es la misericordia, el amor, la reconciliación y la paz, que es lo que nos da el Santo Cáliz, la sangre derramada de Cristo por todos".

Durante la misa que presidió el jueves en la Catedral de València en la fiesta del Santo Cáliz -que se venera en la Seo desde el siglo XV-, el titular de la archidiócesis precisó que "el Santo Cáliz nos está pidiendo también tener esperanza".

"Sobre todo en estos momentos en que muchos no saben lo que hacen y los daños de pobreza y miseria que acarrearán, Dios es amor, perdón y paz y así se nos muestra en este Santo Cáliz del que hemos sido herederos los valencianos", precisó.

El Santo Cáliz "es nuestra gran esperanza porque en él está la Sangre de Cristo derramada por todos", expresó el titular de la archidiócesis de Valencia que alentó, por ello, a fiarse "incondicionalmente de Dios", y también a "hacer nuestra la alegría de sabernos amados por Dios, con un amor que no tiene límites". La fiesta del Santo Cáliz es "una invitación a renovar esta confianza en el Señor y en su misericordia infinita que nunca se acaba".

De igual modo, se refirió a la custodia del Santo Cáliz en Valencia, donde es venerado en la Catedral desde el siglo XV. "Por algo será que los valencianos somos los herederos del Santo Cáliz y eso es algo también que nos debe comprometer mucho", dijo.

En el transcurso de la misa, el Cardenal entregó réplicas del Santo Cáliz a un total de siete parroquias de la diócesis de Valencia y al Pontificio Colegio Español San José de Roma, informa el Arzobispado a través de un comunicado.

Réplicas

Las réplicas fueron bendecidas y entregadas por el Cardenal a las parroquias Nuestra Señora del Socorro y Nuestra Señora de los Desamparados, de València; Nuestra Señora de la Asunción, de Llutxent; Santa María Magdalena, de Benitatxell; San Miguel Arcángel, de Murla; y Jesús Obrero, de Puerto de Sagunt, así como a la parroquia titular del colegio diocesano Santiago Apóstol, del barrio valenciano de Marxalenes, y al Pontificio Colegio Español de San José de Roma.

Durante la misa, organizada por la Cofradía del Santo Cáliz, la reliquia permaneció junto al altar mayor a donde fue trasladada antes de la eucaristía desde su capilla en la Seo y a donde fue devuelta a la conclusión.

La Santa Sede aceptó que València pueda tener un Año Jubilar del Santo Cáliz cada cinco años, según un documento aprobado en agosto de 2014 por la Penitenciaría Apostólica que concedió ya en 2015 el primer Año Jubilar Eucarístico a la diócesis.

La Cofradía del Santo Cáliz, a la que pertenecen en la actualidad cerca de 3.000 cofrades, fue creada con el fin de promover y fomentar el culto al Santo Grial que, según la tradición, empleó Jesucristo en la Última Cena, y que se venera en la Catedral de Valencia desde el siglo XV.