La participación de la patronal valenciana en la manifestación por un trato financiero justo para los valencianos, convocada por los sindicatos para el próximo 18 de noviembre, va a suponer un balón de oxigeno para una movilización que había quedado un tanto deslucida tras desmarcarse PP y Cs.

Los órganos de gobierno de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) lanzan además un mensaje que tiene un claro destinatario: PP y Ciudadanos, los dos partidos que han decidido desmarcarse de la movilización porque consideran que no es tiempo de pancarta sino de negociación.

El organismo que preside Salvador Navarro llama a la unidad de acción en defensa de los intereses generales de los valencianos. De hecho, la CEV insiste en la necesidad de tener altura de miras porque en juego están los intereses de los valencianos y de sus empresas. También reclaman que no se convierta la movilización en una «bronca política» y se respete las diferentes sensibilidades políticas del territorio. La decisión de los empresarios, que inicialmente se mostraron reacios (pese a que firmaron el manifiesto de los sindicatos), tras romper PP y Cs la unidad de acción, coincide además con la declaración institucional de las Corts acordada ayer por unanimidad de todos los partidos. Se trata del tercer pacto de este estilo en menos de un año que adopta la cámara valenciana.

Unidad política, no en la calle

El texto de la declaración institucional firmada ayer por todos los partidos y leída por el presidente de las Corts, Enric Morera, reclama una financiación justa y recuerda que hace 40 años los valencianos accedieron al autogobierno a través de la unidad política, la misma que ahora reivindica el Parlamento para conseguir "un futuro sin hipotecas", pero que se da en las Corts y no en la calle.

El texto recoge además que la voz de los valencianos es clave para alcanzar una solución global al problema territorial que vive España y en la que la reforma del modelo de financiación es crucial. Añade que todos los modelos aprobados por el Gobierno de España, el de Aznar de 2002 (conocido como modelo Zaplana) y el de Zapatero de 2009 han sido perniciosos para la Comunitat Valenciana. Además, los partidos con representación consideran que a la infrafinanciación anual de los valencianos (1.325 millones por debajo de la media) hay que sumar también la menor inversión respecto al conjunto del Estado, otros 300 millones anuales por lo que para equipararse a la media la Comunitat Valenciana necesita mejorar sus percepciones en 1.600 millones, una cifra diferente a la que se reclamaba hasta ahora.

"Es una situación insoportable". "Diguem prou a la marginació", recoge el documento, que incide en datos ya conocidos como que los valencianos reciben 237 euros per cápita menos que la media y que a pesar de tener una renta inferior en 12 puntos a la media aún aportan al conjunto del Estado.