Si Carles Puigdemont no puede saltarse la ley, el PSPV tampoco. Es el mensaje que lanzaba ayer un dirigente socialista para explicar la decisión de Ferraz de impedir que las primarias comarcales coincidan con las provinciales.

Cuestión de normativa interna pura y dura, añadía la fuente citada. Un proceso no puede empezar hasta que acaba el otro. Eso dicen los reglamentos del PSOE y a ese argumento se ha acogido la dirección federal de Pedro Sánchez para abortar el intento del PSPV de dar realce a la estructura comarcal (la histórica y la que la ejecutiva de Ximo Puig defiende y reivindica) en detrimento de la provincial, aceptada desde 2008 «por imperativo legal».

Blanqueries se agarraba al vacío sobre esta estructura comarcal en los estatutos federales, ya que solo ha sido desarrollada en la Comunitat Valenciana. Pero no coló. Ferraz dijo ayer que no y Puig y los suyos prefieren acatar la decisión y no guerrear sobre este asunto. El líder de los socialistas valencianos ya ha demostrado en más de una ocasión tras el regreso triunfante de Sánchez al gobierno del PSOE que no quiere abrir nuevos conflictos entre ambos.

La conclusión es que un día ha durado la decisión del PSPV de hacer coincidir las primarias comarcales con las provinciales, una jugada que, entre otras cosas, tenía como objetivo restar relevancia a una estructura en la que la dirección socialista valenciana, encabezada por Puig, no cree.

El secretario de organización valenciano, José Muñoz, envió ayer mismo un escrito a las organizaciones comarcales anulando las órdenes dadas un día antes.

De momento, no hay calendario comarcal. El proceso, según las disposiciones de la ejecutiva federal, no podrá empezar hasta que culmine el provincial. Esto es, hasta que se celebre el congreso, previsto en el caso de València para el fin de semana del 16 y 17 de diciembre.

Fuentes del PSPV aseguraron ayer a Levante-EMV que algunos dirigentes comarcales habían protestado por la celeridad a la que se les obligaba (las votaciones en primera vuelta iban a ser el 19 de noviembre), aunque reconocían que si Pedro Sánchez y su secretario de organización, el aún líder del PSPV de la provincia de València José Luis Ábalos, no hubieran expresado reticencias, las elecciones de nuevos representantes comarcales y provinciales se hubieran simultaneado.

Con todo, subrayaban que la apuesta por las comarcas del PSPV continúa en pie. Por primera vez los responsables se elegirán en unas primarias y sigue vigente el manifiesto comarcalista aprobado en la última ejecutiva nacional.

Lo que nadie en el socialismo valenciano niega es que la operación de simultanear las votaciones, además de su carga simbólica, tenía un mensaje político en clave interna.

Ábalos era el damnificado indirecto de la decisión de hacer coincidir las primarias a secretario general provincial y comarcal, ya que una de sus colaboradoras más directas, la diputada Mercedes Caballero, es la candidata favorita a triunfar en la provincia de València.

Así que ha hecho valer la normativa interna (lo contrario, señalan en Ferraz, hubiera sido prevaricar) en la que es la primera disputa organizativa con el PSPV de Ximo Puig y José Muñoz.

Al secretario de organización del PSPV apuntan ahora las miradas. Alguna voz apunta incluso desde el sanchismo que la decisión de hacer coincidir las primarias comarcales con las provinciales no figuraba en el orden del día de la ejecutiva nacional del viernes pasado y no se notó. La iniciativa, no obstante, no cayó el lunes como una sorpresa en el socialismo, ya que se especulaba sobre ella desde hace semanas.