Tal vez sea porque no disponen de más capacidad inversora, o quizá por la falta de confianza en la apertura de los medios de comunicación públicos valencianos (que llevan casi cuatro años cerrados). El caso es que para el año que viene, en el que se espera que finalmente vuelvan las emisiones, el Consell destina exactamente el mismo presupuesto que este 2017, un ejercicio en el que los valencianos se han vuelto a quedar sin tele (aunque la radio está prevista que empiece a emitir en diciembre, ya sobre la campana).

Según se detalla en el proyecto de las cuentas que ayer presentó el conseller Vicent Soler a las Corts, de los 55 millones que recibirá la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC), 46,8 se desviarán a la Societat, es decir, a la mercantil de À Punt. En los presupuestos para el año que viene esta cifra representa casi el doble que la actual: en concreto, la sociedad disponía para este ejercicio de 25,7 millones. Fuentes consultadas de la Corporació no pudieron especificar qué cantidad se encuentran a día de hoy aún pendiente de gastar, pero incidieron en que la voluntad del ente es conservar ese remanente para el próximo ejercicio y no tener que devolverlo a la Generalitat.

Sin embargo, los planes del Consell eran otros. En concreto, los de destinar esas cantidades no ejecutadas al plan de educación de profesores nativos de refuerzo en lenguas extranjeras. La falta de manos ha provocado que el proceso de licitación de los contratos de renovación de equipamiento (la mayor parte de esos 25 millones eran para adaptar los equipos, que en la actualidad se encuentran obsoletos), se haya ralentizado, y por tanto, no se haya podido ejecutar en este ejercicio.

Con todo, À Punt dobla el presupuesto para el año que viene, en el que ya se prevé que se incorpore plantilla. El gasto de personal y la contratación de contenidos se llevarán el grueso de la partida destinada a la mercantil. La cantidad, según fuentes de la dirección, será «suficiente» para afrontar la apertura.

Y mientras se ponen en marcha los medios de À Punt, la Generalitat continúa pagando por la extinta RTVV.

En concreto, se estima que en 2018 desembolse cinco millones.: 4,9 a la sociedad anónima, y 63.000 euros al ente. Los liquidadores aseguraron este verano que antes de fin de año concluiría el proceso de clausura.