Poder recorrer Europa desde la Comunitat Valenciana nunca ha sido tan sencillo. A la gran cantidad de pasajeros que recibe y emite el aeropuerto de El Altet de Alicante -sin duda la estrella del territorio valenciano por la cantidad de destinos que posee- se une ahora un gran desarrollo en las líneas con salida desde Castelló y, especialmente, desde el aeropuerto de Manises, el cual aumentará hasta 69 su número de interconexiones aéreas.
Y es que este periodo otoño-invierno supondrá el estreno de seis nuevas líneas europeas y nacionales desde Castelló -Bristol, Bucarest, Londres, Poznan, Salzburgo y Sofía- y otras 18 desde València. Además de Budapest, que ya fue presentada este viernes con la presencia del secretario autonómico de la Agencia Valenciana de Turisme (AVT), Francesc Colomer, la capital del Turia contará con conexiones a Cracovia, Edimburgo, Eindhoven, Frankfurt, Glasgow, Hamburgo, Marrakech, Marsella, Milán, Munich, Nantes, Nápoles y Róterdam, mientras que dentro del territorio nacional, estas nuevas líneas unirán València con Barcelona, Palma de Mallorca, Santander y Sevilla.
Como recalca la primera teniente de alcalde del ayuntamiento de València, Sandra Gómez, en estos mercados internacionales se ha experimentado «un notable crecimiento» por lo que «resulta importante trabajar y maximizar las oportunidades que nos ofrecen, fidelizando a los visitantes».
Aumento notable del turismo
Sin embargo, ¿qué ha ocurrido en el territorio valenciano para que se aumenten de una manera tan notable la cantidad de líneas aéreas? En primer lugar, es importante destacar que los aeropuertos son la principal vía de acceso de los ciudadanos internacionales a la geografía española, muy por delante de las carreteras o los puertos. De los más de 66 millones de turistas que ha recibido el país desde que comenzó este 2017, la cifra de estos ciudadanos que ha entrado a través de esta conexión a España ha sido de 53,6 millones.
Por ello, uno de los datos clave para entender este desarrollo de las líneas aéreas es el aumento del turismo internacional que se ha producido dentro de la Comunitat Valenciana. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) esta misma semana, la autonomía valenciana ha aumentado en lo que va de año un 16,5 % sus visitantes extranjeros respecto a 2016, alcanzando una cifra superior a los 7,2 millones de turistas internacionales.
Dentro de este crecimiento, el mes de septiembre ha sido especialmente brillante para el turismo regional, con casi un 25 % más de visitantes en relación al mismo periodo del pasado año y trece puntos más que la media nacional, que se sitúa en el 11,4 %.
Un modelo sin estaciones
Para los responsables de la Agencia Valenciana de Turismo, estos datos crecientes tienen su explicación en «las medidas de desestacionalización que hemos ido aplicando y los nuevos productos» destinados a fomentar un «turismo fuera del habitual de sol y playa». «Estamos impulsando otros tipos como el turismo cultural», resaltan fuentes agencia turística valenciana, con opciones como la Ruta de la Seda o la Ruta del Grial o el birdwatching, una actividad centrada en la observación y el estudio de las aves silvestres que atrae a muchos visitantes foráneos.
En esta línea, «estamos notando unas cifras más altas de turistas sobre todo fuera de la temporada alta y en octubre veremos que sucede lo mismo», recalcan los responsables de la AVT. Esto se debe, principalmente, a que «estamos buscando conexiones con otros países que nos ayuden a darnos a conocer fuera» porque «abriéndonos al mundo, es más fácil que los turistas se decidan por venir aquí», afirman los portavoces del organismo turístico. Este es el caso, por ejemplo, de la ciudad de Poznan en Polonia, porque como indican desde la AVT «queremos que se conozca Castelló y atraer visitantes hasta ella». Del mismo modo, China representa otro de los mercados futuros. «Queremos mostrarnos como un reclamo, ya que esta comunidad serán los principales clientes turísticos en 2020», añaden.
Un turismo de calidad
En los últimos años, destinos como Túnez, Egipto y Turquía, tradicionales competidores en el Mediterráneo del territorio valenciano, habían perdido gran parte de su peso y atracción turística. No obstante, parece que su vuelta al primer plano internacional no está lejos, lo que, sumado a un posible contagio nacional por la situación catalana, ha provocado que en la Costa Blanca ya se tomen medidas de prevención de cara a la campaña veraniega para el próximo 2018 como la reserva de estancias a 300 euros.
Sin embargo y pese a que reconocen que las condiciones geopolíticas actuales han influido, desde la Agencia Valenciana de Turisme insisten en que para mantener esta atracción que se demuestra con el aumento de las líneas aéreas, «hay que consolidar este turismo desestacionalizado y ofrecerles a nuestros visitantes un producto de calidad para que vuelvan». «No podemos competir con destinos como Túnez y Turquía en cuanto a precios y tampoco nos interesa, pero sí que tenemos que convencer a los turistas con nuestra calidad», concluye la AVT. Las aerolíneas impulsadas por la desestacionalización ya son una realidad.
