El que fue durante 15 años secretario general del Ayuntamiento de Valéncia, Rafael Arnanz Delgado, falleció en la madrugada de ayer de un ataque al corazón mientras pasaba unos días de descanso en Tébar (Cuenca) la localidad natal de su esposa. Colaborador de Levante-EMV en las páginas de Opinión, con un último artículo publicado hace solo unos días, Arnanz recibirá hoy un homenaje póstumo a las 12,30 horas en el tanatorio Atrium de Campanar, de València, donde está instalada su capilla ardiente, antes de que su cuerpo sea incinerado en una ceremonia íntima.

Rafael Arnanz había nacido en Zaragoza en 1927. Doctor en Derecho y Ciencias Políticas, desplegó una intensa carrera administrativa. En 39 años fue secretario de dos diputaciones y ocho consistorios de toda España. El último, el Ayuntamiento de València, donde se jubiló como secretario general, tras 15 años de servicio, en 1991, unos meses después de que tomara posesión como alcaldesa Rita Barberá. Académico de la Real Academia de Jurisprudencia, siempre se mostró firme partidario de cambiar el Código Penal y la legislación local para combatir la corrupción municipal, a su juicio la «más importante».

Fue secretario general de los ayuntamientos de Sagunt, Puçol y otros seis municipios repartidos por toda la geografía española, y también de las diputaciones de Girona y Tarragona. Tenía publicados tres libros y más de 150 trabajos de investigación en Derecho, el último de ellos, la separata «Cuestiones actuales de la Jurisdicción en España» de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. En este artículo proponía introducir cambios en el Código Penal y la legislación local para luchar contra la corrupción en ayuntamientos y diputaciones.

Desde su jubilación, además de la publicación de artículos de diversos temas en Levante-EMV, Arnanz cultivó la poesía, su gran pasión. Admirador incombustible de Machado, participaba activamente en todo cuanto se organizaba en relación con el poeta en el municipio en el que residía, Rocafort, donde el llorado versador vivió y donde se encuentra un importante foco de estudios machadianos. La casona en la que Arnanz residía, contigua a la Casa Consistorial de esta localidad de l'Horta Nord, acoge innumerables recuerdos del autor de «Campos de Castilla», así como un auténtico museo etnográfico.