La Fiscalía ha rebajado la pena de prisión de 17 a 11 años de cárcel a una madre que asesinó a su bebé, de solo unos meses, en el Hospital de Torrevieja, tras ser detenida por la Guardia Civil. Los hechos se remontan a la Nochebuena de 2013 cuando la mujer, huyó de un hospital de Zúrich y se trasladó hasta Torrevieja. Allí, mientras se encontraba en un hipermercado, fue vista por una mujer que la reconoció tras haber visto su foto en las noticias, al dictarse una orden de detención internacional. El pequeño nació con hidrocefalia y la madre, que rechaza la medicina en favor de otras terapias naturalistas y la medicina hindú, rechazaba los tratamientos hospitalarios.

Tras su detención por parte de la Guardia Civil, fue trasladada al Hospital de Torrevieja donde, mientras bañaba al pequeño, le clavó un cuchillo en varias ocasiones hasta que murió desangrado. Acto seguido, trató de quitarse la vida dándose una puñalada en el cuello. La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, ha acogido esta mañana la primera sesión del juicio, en el que la acusada ha reconocido los hechos. La Fiscalía ha llegado a un acuerdo con la defensa, al que se ha acogido la acusación particular. El Ministerio Público ha considerado la rebaja de la pena al entender que la acusada sufría trastornos mentales.

Pese a la conformidad, se celebrará el juicio al haber jurado popular. Hoy ha declarado la madre, que ha reconocido los hechos. Mañana declarará el psiquiatra encargado de determinar que la acusada sufría un trastorno adaptativo de la personalidad que influyó en su voluntad y le impidió ver otra salida. que no fuera matar al bebé, según ha explicado hoy la fiscal del caso al jurado.

La parricida ha declarado que no recuerda bien lo sucedido pero ha atribuido el asesinato a su temor de que los médicos le quitaran al niño para experimentar con él, ya que considera que se le habían hecho más pruebas de las necesarias y que el niño estaba sano, salvando la hidrocefalia. Además, la acusada culpa de la grave malformación con la que nació su bebé a un tratamiento al que ella fue sometida por una infección bucal mientras estaba embarazada sin saberlo.

Sobre su bebé, ha explicado que aceptó en un primer momento que se le implantara una válvula en la cabeza, pero luego descubrió que los médicos querían seguir haciéndole pruebas como resonancias magnéticas, aunque él "no tenía ningún síntoma, hablaba y estaba bien".

Por esa razón decidió huir del hospital de Zúrich con el pequeño y utilizó el coche de su padre para viajar a España, donde estuvo viviendo en distintas ciudades para dificultar su localización, hasta que fue capturada en Torrevieja.