El exvicealcalde de València, Alfonso Grau, solicitó ayer comparecer voluntariamente ante la titular del Juzgado de Instrucción número 19 y el Fiscal Anticorrupción que lo investigan por cohecho y blanqueo de capitales, tras aceptar dos relojes presuntamente regalados por un empresario, devolverlos y comprar otros dos relojes más pagando la diferencia en metálico. La Guardia Civil sospecha del origen de este dinero, que no ha quedado aclarado.

El exvicealcalde intentó aclararlo en su comparecencia voluntaria, aunque sólo aceptó responder a las preguntas de su abogado, según confirman a Levante-EMV fuentes conocedoras de su declaración. Grau declaró en sede judicial que los 12.000 euros en metálico provienen de sus ahorros, fruto de su trabajo cuando era cirujano (profesión que abandonó en 1995 cuando entró en política con Rita Barberá) y de su primera mujer, ya fallecida.

Alfonso Grau fue detenido por estos hechos el 22 de febrero de 2016 por el grupo de delitos económicos de la Guardia Civil de València en su domicilio de Mislata. Tras ser arrestado, Grau asistió, en presencia de un Fiscal Anticorrupción, al registro durante cinco horas de la vivienda que posee en el exclusivo entorno de la Plaza Porta de la Mar, a caballo entre los barrios de la Xerea y Pla del Remei.

La Fiscalía Anticorrupción ya ha dado por finalizada año y medio después la investigación por cohecho y blanqueo de capitales contra el exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, por lo que ha solicitado al Juzgado de Instrucción 19 que lo procese junto al empresario del sector del transporte que, supuestamente, le regaló dos relojes.

La investigación se bautizó como «Operación Clepsidra» (en homenaje a los relojes de agua perfeccionados por Galileo Galilei) tuvo su origen en una inspección rutinaria de la Agencia Tributaria a la joyería Rabat de Valencia que generó en una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción. Los agentes del Grupo de Delitos Económicos de la Guardia Civil concluyeron que Grau recibió del empresario investigado dos relojes, presuntamente pagados por éste: un Breguet Classique, valorado en 13.000 euros, y otro por valor de casi 12.000 euros. El primero lo habría devuelto para adquirir un Lange & Söhne de oro valorado en 25.680 euros, para lo cual entregó en efectivo cerca de 9.000 euros, mientras que el segundo lo canjeó por un Vacheron Patrimony con un precio de 16.825 euros, por lo que completó la compra con 3.000 euros en metálico. El presunto blanqueo de Grau rondaría los 12.000 euros, cuyo origen no ha podido ser establecido.